El 25 de febrero comenzó en Tokio un evento que puede ser el puntapié de un escándalo sanitario sin precedentes. Se trata de un simposio internacional organizado por científicos y familiares de víctimas para evaluar y contrastar resultados sobre las reacciones adversas de las niñas que han sido vacunadas con la vacuna del virus del papiloma humano, de las marcas Gardasil y Cervarix.

SaneVax es la organización que agrupa a las familias afectadas por esta situación, que ya se cuentan de a miles (no hay cifras oficiales) y que han sufrido graves efectos secundarios, como alteraciones cardíacas e incluso la muerte.

La vacuna fue desarrollada en los años ’80 para prevenir ciertas variedades de enfermedades de transmisión sexual derivadas del HPV, asociado con el desarrollo del cáncer cervical (o cáncer de cuello del útero) y verrugas genitales y está actualmente incluida en nuestros calendarios oficiales de vacunación, aunque por su precio muchas niñas no la recibieron. En países como Colombia o México, la vacuna llegó a las escuelas y se administró de manera masiva en esa población.

Según informa el periodista español Miguel Jara, “es quizá la primera vez en la historia de las campañas sistemáticas de vacunación que funcionarios de un gobierno están dispuestos a escuchar las voces de los científicos y médicos independientes respecto de las políticas de inmunización”. Las expectativas son grandes y desde SaneVax, que trabaja porque las vacunas sean eficaces y seguras, se preguntan si será “el inicio de un nuevo paradigma médico”.

Fue el Ministerio de Sanidad de Japón el primero en solicitar se retire la vacuna de circulación por sus efectos adversos y el European Journal of Neurology el que informó algunos de los daños de la marca Gardasil, como el Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural (POTS en sus siglas inglesas) o la uveítis, inflamación de la úvea, una lámina que protege los ojos y cuya ausencia produce dolor y pérdida de la vista. La OMS también se pronunció al respecto ratificando los informes del EJN y advirtiendo sobre su uso en niñas de 11 a 14 años. Pero este encuentro promete echar luz y sacar conclusiones definitivas sobre el uso de esta vacuna.

Más info: http://sanevax.org/