Me desharía de la cera de depilar. Apoyaría de muy buen grado cualquier producto con la misma eficacia que la bendita cera. Todo por evitar los vahos del baño de María y tener que desarrollar la precisión térmica para no sufrir quemaduras.

Además quemaría los prejuicios y, sin ninguna duda, la culpa.

* Actriz y docente de teatro. Se presenta en El gran teatro del mundo, de Pedro Calderón de la Barca, los viernes a las 20.30 en Elkafka Espacio Teatral, y en Parte de este mundo, sobre textos de Raymond Carver, los domingos a las 20 en El Camarín de las Musas.