Algunas historias trascienden el papel; algunos manjares que engolosinaron sus susodichas páginas, también. Para chuparse los dedos –o, más no fuera, para deleitar la mirada– existe Fictitious Dishes (Platos ficticios), receta visual de la fotógrafa y diseñadora gráfica Dinah Fried. “Para muchxs de nosotrxs, la experiencia de la lectura es, sin lugar a duda, sensorial. En ese espíritu, mi serie usa la comida para transportarnos a los mundos ficcionales de deliciosas novelas”, explica la artista norteamericana. En lo concreto: la dama puso la mesa para capturar la esencia de los distintos universos seleccionados: Oliver Twist, El guardián en el centeno, En el camino, La chica del dragón tatuado, Moby Dick, Alicia en el país de las maravillas, El gran Gatsby, entre otros.

“Cada fotografía no representa una comida tal cual fue explicada por el escritor; más bien evoca el escenario y la atmósfera de la narrativa. Hayas o no hayas leído estos ejemplares, estas imágenes deberían ofrecer un gustito de cómo son en realidad”, cuenta la imaginativa Fried que, por las vueltas irónicas de la vida, reunió este gustoso trabajo en un propio libro, con título homónimo a la serie. Para el próximo capítulo, ¿se viene el restaurante temático? Algo es seguro: el sandwich de queso de Holden Caulfield pide plato.