Me siento frente al fuego a chamuscar pensamientos en hermosa llama dorada. Lo alimento con palitos que arranco de la tierra y arrojo con mi propia mano. Ahí va: la idea de éxito, al fuego. Ahí van los héroes y sus grandes empresas. Ahí, las veces en que no confío en mí. Ahí crepitan los bordes filosos de los yo nunca, de los yo siempre, de las ideas inamovibles. Veo mis palitos arder en ese ejercicio ancestral de mirar el fuego y pensar cosas. Dejo que el humo me bendiga con su manto de duda, que me confunda con piedad en una nube de contradicciones. Que me deje marcada. Que se lleve lo que media.

* Licenciada en Letras, guionista y despensera - @labicivoladora