Quemaría en la hoguera ese combo siniestro llamado: “éxito de una mujer de treinta y pico HOY”. Ese combo aprieta fuerte por encima de los hombros y aplasta nuestras orejas diciendo: tenés que llegar a los 35 así: con un trabajo estable y exitoso que te prometa seguir creciendo mental y económicamente. Con una pareja que te quiera, con la que ya vivas y ya tengas por lo menos un hijo de dos años que ya hable perfecto y haya dejado el pañal. Siendo una gran madre que estimula a su hijo de dos años, le dedica tiempo y hace las tareas del jardín con una gran sonrisa. Teniendo una vida social activa en la cual salís, cenás, estás, hablás, reís con tus amigos y compartís opiniones de política y actualidad. Manteniendo la figura de los veinte años, divina, espléndida como si te sobrara el tiempo para pilates, yoga, natación y todo lo necesario para que el cuerpo grite: “soy joven!!”. Siendo graciosa, ambiciosa, talentosa, amorosa, cuidadosa y encima estar online con las últimas tendencias de cultivo orgánico en tu terraza.

Lo único que se aseguran es conseguir mujeres dormidas e incompletas en lugar de mujeres despiertas transitando la vida.