La mitad de las niñas de seis a ocho años cree que su peso ideal no es el que pesa sino menor al que les indica la balanza y, por eso, quisieran ser más delgadas. La presión estética llega a ellas cuando aún no son ni púberes, ni adolescentes, según el grupo de defensa de los derechos de la niñez Common Sense Media citado por la CNN. En los varones también existe el peso del peso, pero en menor medida que en las chicas. Uno de cada tres nenes quisiera ser más flaco y, en cambio, una de cada dos nenas desea adelgazar y ya realiza algún tipo de dieta.

“Se habla mucho sobre los adolescentes y la imagen corporal, y muchos padres se vuelven conscientes de eso cuando sus hijos llegan a la pubertad, pero niños de hasta cinco años ya expresan un deseo de un cuerpo que es más delgado que su actual o futuro cuerpo. Ya conocen sobre dietas y algunos podrían haberlas probado o restringido su ingesta de comida en ciertos momentos, así que eso es bastante alarmante”, opinó Seeta Pai, vicepresidente de investigación de Common Sense Media y autor del informe.

El también recalca que, además de las muñecas con medidas imposibles, los varones también sufren el machismo de los súper héroes con cuerpos fibrosos y fornidos pero sin panza: “Los juguetes de niños, incluso las figuras de acción con las que juegan, tienen medidas corporales que son mayores que las de los fisicoculturistas”.

La organización considera que los comentarios despectivos de las madres sobre su propia visión en el espejo o agresivos hacía otras mujeres incide, también, en la presión de las nenas para encajar en un molde que, casi siempre, produce frustración. Por eso, una de las recomendaciones de Common Sense Media es comer bien por salud y no por el talle y que las madres y los padres cuiden cómo hablan despectivamente de otras personas por su aspecto físico.