La irrupción del supermodelo de ficción Derek Zoolander –el actor y director Ben Stiller– al cierre de la colección femenina de Valentino en París, celebrada el martes 10 de marzo, y con un traje con flores azulinas, aportó humor e ironía sobre las pasarelas, al tiempo que anunció la secuela del film. Mientras que en Buenos Aires la temporada de pasarelas comenzó en el Museo de Arte Moderno y con la presentación de colección de la artista textil y diseñadora Manuela Rasjido. Con una pasarela que admitió montículos de tierra de aledaños a su casa en Catamarca y las esculturas en madera de Enrique Salvatierra, su colección conjugó atuendos en color carmín contrastados con negros, ornamentadas con sus bordados florales con técnicas medievales, recreaciones del espíritu rioplatense con lo catamarqueño en tonos de fucsia y maíz aplicados a vestidos shift, a capas y a ponchos, y también variaciones sobre telares en tapados azulinos largos y cortos estilizados cual denim. No se realizó la edición invierno de Baf Week, de ahí que las propuestas de algunos diseñadores se trasladaron a una pasarela cercana a las caballerizas del Tattersall, donde desde hace varias temporadas se realiza “Designers Look BA”. Allí, entre el 27 de febrero y el 6 de marzo, se desarrollaron las presentaciones de las colecciones del invierno venidero. De su cronograma cautivaron los desfiles con cruces de moda y arte en JT, la firma de Jessica Trosman que adjetivó “Mutuaretromorfa” a su colección rica en experimentos junto al artista Vicente Grondona; de abrigos redingote a pantalones pictóricos, pasando por buzos con relieves en 3D y sastrería. Tramando, en la apertura del ciclo, trasladó los trazos textiles de la artista y docente Rosa Skific a sus prendas, mientras que un simulacro de bosque fue realizado con la puesta de luces del experto Sergio Lacroix.

El ciclo cobijó una colección de moda sustentable, el debut en pasarela de nuevos nombres, por un lado Almendra Peralta Ramos, por otro la firma E_ Edition, diseñada por la estilista Eugenia Rebolini, quien con sus saberes (además de realizar una colección de lencería) suele editar colecciones de diversos diseñadores y ahora aplica su experiencia a un proyecto de ropas de larga vida útil y que resumen su buen ojo para las tendencias: parka en lana, el buzo y el smoking vestido, pantalones cruza de deportivo con sastrería, tops de seda, que compusieron los looks de “Dadagonia”. La presentación de “Zito”, la firma que Graciela Zito diseña y comercializa en un showroom de la avenida Alvear –el viernes 6– ilustró un caso de sastrería contemporánea, de muy buena realización de prendas y sin regodeos de puesta en escena. En su colección, presentada en secuencias de cuatro modelos, asomaron el negro y el crudo en diversidad de tipologías, y con contrastes de texturas que dictaminaron un manual de estilo Zito. Consultada sobre su método –y la habilidad– para matizar la aparente rigidez de la sastrería con tipologías más innovadoras, señaló la diseñadora: “Me resulta muy atractivo combinar cortes masculinos con lo delicado de la seda y el encaje. Para el desfile diagramamos una variedad de pasadas cuyos conjuntos se asociaban por color y estilo”. Y acto seguido, describe con precisión: “Hicimos una pasada cruda y negra con un look tomboy, pantalones anchos, sweater oversize, camisas, blazer. El encaje y las transparencias se combinaron con tejidos para generar contrastes. La pasada en tono crudo propuso delicadeza y tipologías del vestido entallado con cuello camisero, el blazer con top de seda o sin nada por debajo, en conjunto con un pantalón chupín o un short de crêpe. Mientras que las pasadas que propusieron un ‘total look’ en negro dieron lugar al juego de texturas y de morfologías más innovadoras. Las prendas de noche en rojo sangre, verde bosque y azul marino admitieron galones de piedras, espaldas descubiertas, tablones, escotes tipo pañuelo, mis recursos para una serie de vestidos en satén de seda natural. Mis diseños de noche se destacan por su simpleza y por la calidad de los géneros”, dice la diseñadora acerca de sus premisas para el invierno 2015: “En esta colección predominan los contrastes de volúmenes. El oversize se combina con una silueta adherente por debajo. Grandes cuellos se desprenden del cuerpo, sacones anchos y ruedos irregulares caen de manera insinuante, recortes y aberturas dejan ver la piel. Pensé en prendas fáciles de usar: colores neutros para el día y para la noche, el rojo sangre y el verde”.

¿Cuáles son los clásicos Zito que se relanzan cada temporada?

–Los tejidos oversize representan desde mis inicios una de las prendas más representativas de la marca.

Al incorporar recursos de estilismo como el realizado por Bárbara Arcuschin, ¿incorporás los modos de uso de la nueva generación de consumidoras?

–Cuando viajo me encanta mirar cómo se viste la gente en la calle, mi estilo es effortless (un nuevo modo de denominar a lo despojado de artificios y de esfuerzo), por eso me interesa ver el uso real que la gente les da a sus prendas. Si bien no me gusta guiarme estrictamente por “lo que se usa esta temporada”, me gusta mantenerme al tanto de las tendencias. La mirada de alguien que se dedica al estilismo es ideal para tener otra perspectiva de la colección y darle un giro creativo al armado de los conjuntos.

¿Cómo definís los rasgos de la nueva sastrería?

–Siempre busco el equilibrio entre lo clásico y lo vanguardista. Lo más importante en la sastrería es el corte, tiene que ser impecable. Me gusta experimentar con nuevos cortes, pero los que me conquistan son siempre los cortes masculinos, blazers largos, cruzados o con un solo botón. En la nueva sastrería, menos es más.