Amor a primera vista es un trabajo fotográfico del artista visual Hernán Churba que muestra 18 tríadas de fotos de mujeres que dieron a luz y cuyos rostros quedaron congelados en tres instantes: el puje, el asombro del primer cruce de miradas con ese ser que aparece frente a ellas y, por último, el contacto físico, cuando caen en la cuenta de que nada volverá a ser igual.

Churba pasó tres semanas en la guardia de la maternidad Sardá para retratar el rostro en pleno parto de una veintena de mujeres del sur del conurbano bonaerense, muchas de ellas provenientes de Bolivia, Perú y Brasil. Cuenta que desde que le nació esta idea siempre quiso hacer el trabajo en un hospital público, pero primero se topó con la burocracia del sistema de salud del Estado, después buscó nuevos caminos y también rebotó con las prestadoras privadas. Hasta que llegó por su cuenta a Elsa Andina, directora de la paradigmática maternidad Sardá, le explicó su proyecto y a la doctora le encantó. Entonces todo fluyó.

El primer plano exuda olores, dolores, la sorpresa y la conmoción que se transmite a través de la lente. Churba puso el ojo donde nadie, “pero nadie” –enfatiza– lo hizo antes. “Nadie sabe cómo es la expresión de las mamás porque todas las miradas van al bebé. Lo hablé con los obstetras. Les pregunté a todos: ¿alguien sabe cómo es la cara de una mamá cuando ve a su bebé? ¡Nadie lo supo! Porque la atención está en el nene, o en atender a la madre, pero no en su expresión, en su mirada”, argumenta.

Las fotos fueron tomadas luego de que se les explicara a cada una de las parturientas el fin y la modalidad del trabajo y dieran su consentimiento. Es que en el momento del apuro y los miedos, la posibilidad de intervenir con una cámara dentro de una sala de partos era más que complicada. “Iba todos los martes y los jueves. Las esperaba dentro de la guardia. Les explicaba que estaba haciendo un proyecto artístico, que quería retratar la primera mirada que tenía una madre cuando veía a su bebé, ese primer instante, esa expresión. Aceptaban porque les gustaba la idea de quedarse con ese recuerdo”. Las dificultades también llegaron al momento de hacerles llegar a las mujeres las tres fotos de su parto. La mayoría no tenía teléfono y algunas hasta carecían de documento de identidad. “Muchas llegaban al hospital ya en estado de parto y, si no tenían la documentación encima o simplemente no tenían documentación, no importaba, se las atendía igual”, recuerda Churba. A las madres que sí llegaron a dejar su contacto las fotos les llegaron por mail o por Facebook. “Cuando las veían no lo podían creer, incluso me contaron que les costaba reconocerse a ellas mismas en esas expresiones”, relata el autor de la muestra.

Amor a primera vista dio a luz un segundo trabajo fotográfico llamado La gente de la Sardá, que puso en foco a enfermerxs, parteras y obstetras. “Una de las cosas maravillosas que me llevo de esa experiencia es la convivencia en las guardias. Fue increíble. Por eso los incluí en una sección aparte en el proyecto. Son gente que convive desde hace años durante 24 horas corridas y atraviesa todo tipo de experiencias”, relata Churba.

Todavía el trabajo no vio la luz porque no está exhibido en ningún espacio físico. Sin embargo se lo puede conocer a través de la web de su autor. Allí viven en primer plano las muecas, la boca fruncida de dolor, la fuerza, el asombro que abre los ojos como búhos ante el conocimiento de esa persona nueva y la felicidad de ese instante irrepetible. Todo lo demás, lxs médicxs, lxs parientes, las sábanas húmedas, las manos ajenas, las órdenes, los comentarios demagógicos, las apreciaciones comedidas, todo lo demás queda fuera de cuadro. l

hernanchurba.com