“No son el tiempo ni la oportunidad los que determinan la intimidad, es simplemente la disposición”, anotó la adorada novelista brit Jane Austen en Sensatez y sentimientos. Y acaso su reflexión bien pudiera aplicarse a la obra de la artista y curadora Laura Beth Reese (1987), joven bostoniana que –según propia bio– “usa la fotografía como un catalizador para intentar llegar y conectar con quien sea que haya capturado”. Nada nuevo bajo el sol, salvo que –para su última serie, ExBoyfriends– la muchacha logra que quienes se dispongan al íntimo juego del retrato sean sus ex amantes. Ex novios sueltitos de pilcha, en la cama, con el pelo ambiguamente alborotado y una historia a medio contar, en una muestra fotográfica donde la vulnerabilidad –con un toque de incomodidad, dicho sea de paso– es moneda frecuente.

Finalmente, “mientras muchos encuentran tortuosa la idea de toparse con un ex, la chica se regodea en la posibilidad de revisitar la pasión de una relación pasada, sin importar cuán forzada sea la situación”, anota el Huffington Post, no sin dejar de destacar cómo, desde cierto ángulo, el sujeto parece un filito; desde otro, un extraño total. Y luego: “La dinámica es imposible de leer, oscilante desde el calor y el hielo. La tensión es palpable”.

Independientemente del simbólico estado climático, está la narrativa que, en palabras de la artista, “es el cuento de un intento por impostar la camaradería y confianza una vez compartidas pero, desde entonces, disipadas”. Algo que, según explica Laura, la convoca especialmente: “Mi obra es autobiográfica, capturo a personas que, para bien o para mal, han ocupado un espacio en mi vida”. Sobre sus galanes de otrora (adolescencia y joven adultez), sobre quienes adiciona nombre y tiempo de duración de la relación, dice además: “La conexión es claramente artificial. No estaría con ellos de no ser por este proyecto. De allí que el resultado acabe siendo rígido, incluso torpe. Es la realidad de lo que ocurría mientras tomaba la imagen”. En fin, lo que ayer fue romance, amor o deseo, hoy es... algo completamente distinto.