Qué sería de mí, preciosuras, sin vuestros halagos que llegan de tan diversas maneras?, ¡si vieran cómo se esponja mi ego cada vez que una palabrita amable acaricia mis oídos! Y eso que los tengo bien acostumbrados a las mieles y los besos. Pero bueno, amiguete/ta/s, no es sobre mí que tenemos que hablar, al menos no exclusivamente, así que, vayamos a lo nuestro. Hay accidentes en la vida, estimadísimos/as/es, y algunos se producen porque el deseo nos pone zancadillas. ¿O acaso Ud. no se ha arrojado nunca de narices a una pileta vacía? A mí me ha pasado, amores míos/as y es que no es bueno/a confundir persona con personaje ni verso con promesa, a no ser que la confusión cuente con la debida autorización de los/las señores/ñoras/... amantes. En ese caso, las consecuencias quedan bajo SU exclusiva responsabilidad.

Alerta verde: fantasía cumplida, fantasía en vías de extinción: riesgo moderado debido a que la producción de fantasías se renueva sin costo alguno aunque no sin dificultad. Pero antes de reclamar a su par y/o pareja que de una vez por todas, aunque sea por una vecita, esta y nunca más te lo prometo, le cumpla ese viejo sueño de convertirse en el jamón del sandwich sepa que está Ud. arriesgando perder esa carta que tantos favores le hizo en soledad o con los favores de su propia mano.

Alerta amarillo: No crea todo lo que oye: No, linda/o/e, nadie te va a morder sólo porque prometa comerte alguna parte íntima. Y ni siquiera se ha conocido quien cumpla al pie de la letra eso de te chupo todo, porque todo siempre se queda en el tintero o en alguna otra parte. Tampoco hay por qué temerles a otras bravuconadas que después del primer momento de clímax (el único en la mayoría de los casos y sobre todo en el universo masculino) hacen agua y hasta charquitos en el piso.

Alerta naranja: No practique todo lo que piensa: Riesgo importante, desista antes de empezar, que es mucho mejor que ponerle un freno a lo que piensa. ¿Para qué intervenir con acciones concretas el terreno más libre del que posee cualquier humano/a? ¿Por qué mancillar sus maravillosas ideas tomando por asalto el mundo de las cosas concretas y sobre todo la voluntad de la contraparte? Porque si hay que creer en lo que declaran todos/as/es sobre sus sueños más locos, pues tendríamos problemas de consentimiento, al menos.

Alerta rojo: Deseos propios, realidades ajenas: Ya que estamos hablando de consentimiento, he aquí una barrera infranqueable y necesaria para pasar de una dimensión a otra siempre que Ud. quiera hacerlo/a acompañada/o. Porque, por ejemplo, que Ud. quiera frotar la lámpara de Aladino del streaper del taparrabos verde no implica que él quiera ser frotado por Ud. O que si Ud. desea invitar a la/el mejor amigo/a de su par/eja a sumarse al grupo, pues antes debe preguntar a su par/eja. Todo esto en nombre de la sana convivencia y los mejores deseos. Chin pum.