Ay, mis amiguete/ta/s, las semanas intensas me llevan de viaje por lugares insospechados y dificultan la concentración! Pero sólo buenas e inconfesables noticias, estimadísima/mos, que en algún momento darán frutos que podremos compartir en amables bacanales. Sin embargo, tesoro/ra/s, nada hará que me corra (bueno, es un decir) de este lugar tan cálido en que me depositan vuestras amables manos. ¡Pasadlas sobre el papel, no me nieguen ese discreto encanto de los viernes! ¡Vengan a mí estas y otras extremidades que siempre hay lugar para uno/a más, y esto no tiene nada que ver con el desodorante! ¿Y de qué hablábamos hoy? De los finales, o mejor, de la cresta de la ola que al final rompe pero se rearma y nos permite surfear lánguida y/o salvajemente por el magma de los cuerpos. Claro que no todos los finales son carnaval, aun cuando a Ud. le digan que apriete el pomo.

1. Haga cumbre pero sin alarde: No seré yo quien niegue las alegrías y los gozos de expresarse abiertamente, escandalosamente, desesperadamente, aun en el momento del alivio. Pero, mis querid/o/a/s, no es necesario desplegar la orquesta de su garganta al primer roce porque después le sucederá lo que a Pedro, el del lobo. Verá cómo siguen esforzándose en sus partes aun cuando éstas pidan por favor lo que toda parte merece: un respiro. Recuerde que éstas (las partes) deben servir para la próxima oportunidad.

2. Haga alarde si no llega a la cumbre: Y, si, amiguete/ta/s, hay veces que es necesario marcar un punto, un límite, un detente que me raspa, un me estás haciendo un surco. Y también es cierto que todo esto puede ser verbalizado, pero puede no quiere decir debe y entonces Ud. puede tomar el camino corto: aúlle, mi/a estimada/o, jadee, ronque, retuérzase y respire cual rinoceronte en jaula de canario. Total, siempre hay una nueva oportunidad si Ud. se cuidó de conservar las partes vitales.

3. Respire hondo, hay vida debajo/arriba suyo: ¿Dónde va amigo (sí, sólo amigo)? ¿Acaso se le vence un plazo? ¿Dejó la leche en el fuego? ¿O es que siempre tiene la leche a punto de hervor? Recuerden, dulces tesoros/ras, que estamos hablando de relaciones en las que se implican dos o más voluntades y que queda muy feo estar fumando cuando el resto del mundo apenas está empezando. Respire, lindo, que la vida es larga y tampoco hay tantos polvos como para andar perdiéndolos en el viento.

4. Respire hondo, hay alguien durmiendo debajo/arriba de Ud.: Ud. se afana, se hamaca, se esfuerza, resopla, ¡con los ojos cerrados! Ud. insiste, sube y baja, hace malabares, galas de su elongación, floretes con su espada. ¿Y tanto esfuerzo para tener los ojitos cerrados como si estuviera Ud. sola/o en el mundo? Sí, ya sé, no es la vista lo/a única manera de ver ¡pero al menos use el resto de los sentidos! Que del ridículo se vuelve, pero del ronquido del/a/lo amante de turno, difícil, muuuy difícil.