MONDO FISHON
Dulces y radiantes
Sabemos, amigas y amigos, que ha de haber entre ustedes quienes extrañen esos tiempos con aroma a vainilla en que Caras y Caretas retrataba amablemente las exclusivas y apasionantes presentaciones en sociedad de las muchachas en flor de nuestras clases dirigentes. Imaginamos que, tal vez, esas personitas nostálgicas se sientan algo apenadas por la liviandad con que las adorables fiestas de 15, sucesoras democráticamente clasemedieras de esas presentaciones, han sido vilipendiadas por las últimas generaciones de adolescentes materialistas, capaces de negociar la realización de tan magno evento con tal de conseguir regalos en metálico y/o en viajes. Pero vayan sabiendo, lectoras y lectores con preocupación por los valores tradicionales, que es tiempo de regocijo porque ha renacido con nuevos bríos la conciencia de ese ritual fundamental gracias al cual las jovencitas de hoy comprenden cómo han de convertirse en las mujeres de mañana, y comienzan a demostrar que saben qué se espera de ellas en este mundo. Nos lo viene a decir, afortunadamente, la encantadora revista Colección 15 Años, que oficia de Virgilio de nuestras Dante en el dificilísimo trance de organizar su fiesta. ¿Qué es, se preguntarán ustedes, lo que las ninfas de hoy día necesitan? Sencillo: vestidos con escotes profundos y faldas de gasa (inevitablemente llevados con tacos aguja), delivery diet (“¿necesitás adelgazar?”), pero también chocolates personalizados que bien pueden tener como motivo central de su packaging alguna de las imágenes obtenidas de la nena por un estudio fotográfico profesional por poco menos de mil pesos (ustedes saben, alguna imagen entre inocente y desenfadada, por eso de que no es una niña pero tampoco una mujer), alguno de los millones de dobles de Luis Miguel para que le cante algo empalagoso al oído durante la celebración (¡se convertirá en la envidia de sus amigas!), o una linda animación de salsa y merengue... o... son tantas cosas, la verdad, que no nos da el espacio ni el sueldo para contarles, pero lo que de verdad importa es lo que veníamos a contarles: los dulces (y carísimos) 15 han regresado.