MONDO FISHON
La fábrica de lolitas
My Scene refleja los momentos clave en la vida de las adolescentes, utilizando temas atractivos y relevantes para ellas. De esta forma, las niñas pueden verse reflejadas, a través de la moda, por el look y la coquetería en los modelos My Scene. La línea My Scene fue alcanzada en Estados Unidos en el año 2002, alcanzando un 40 por ciento de penetración en el mercado infantil. Se caracteriza por ofrecer productos con actitud adolescente, permitiéndoles a las nenas vivir lo último en estilos de vida, salidas, paseo de compras y otras actividades.” Queremos aclarar que hasta aquí, lectoras y lectores de nuestro asombrado corazón, no hemos tocado ni una coma, a excepción de las palabrillas en cursiva (tampoco somos de fierro). Continuamos compartiendo con ustedes nuestro correo: “En el ‘My Scene Fashion Studio’ las niñas podrán disfrutar de las tres etapas necesarias para cumplir con una producción fotográfica: maquillaje, peinado y vestuario (accesorios), además de una escenografía, para que las nenas jueguen a ser modelos definiendo su propio estilo y se sientan en su mundo con My Scene (...). El estudio está totalmente compuesto por ‘beauties’ en los cuales las nenas tendrán la posibilidad de maquillarse y peinarse. Además cuenta con un sector exclusivo de vestuarios, donde se les entregarán accesorios para completar el cambio de look”. Y acá es donde dejamos de transcribir porque nos da bastante impresión (para qué les vamos a mentir) tanta parafernalia lolística tan afanada en satisfacer con espíritus adolescentes (el enigma que da miedo: fuera de la coquetería, el look, los indescifrables “estilos de vida”, las salidas y los paseos de compras, ¿qué concebirán las mentes creativas como “otras actividades”?) esas necesidades infantiles. Antiguas, seremos antiguas y fundamentalistas, qué le vamos a hacer.