EL MEGáFONO › H.I.J.O.S.
La serie de actos de repudio al último golpe militar, que tendrá su clímax esta tarde con la marcha de Congreso a Plaza de Mayo, comenzó el sábado pasado con un escrache, esa modalidad de movilización que impusieron las y los integrantes de Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio irrumpiendo en la última década en distintos barrios para delatar a los genocidas, enmascarados como ciudadanos comunes al amparo de las leyes de impunidad. Si la aparición de H.I.J.O.S. fue una bisagra para el movimiento de derechos humanos cuando se cumplían 20 años del golpe, después el punto de inflexión fueron los escraches al convertir el reclamo de justicia en acción concreta y urgente. Un mientras tanto (...llegara la Justicia ordinaria) que creaba su propio sentido al mismo tiempo que renovaba las preguntas: ya no era sólo dónde están los desaparecidos, si no también por qué los desaparecieron, quiénes eran, qué querían, qué les gustaba comer, cómo aprendieron a amar, etc. Se mezclaba así lo público y lo privado, se recreaba la memoria, se hurgaba más allá de lo aparente porque no hay otra manera de escribir la propia historia. El último escrache actualizó esa herramienta: el dictador está preso pero en su domicilio y eso no es suficiente. No es suficiente juzgar sólo al brazo ejecutor. Como tampoco es suficiente decir que desaparecidos y desaparecidas eran militantes políticos: fue necesario nombrar cada agrupación a la que pertenecieron para que en medio de la acción hubiera espacio para dimensionar la magnitud y diversidad del movimiento político que aniquiló la dictadura. Es como un ejercicio de memoria en acción que transcribimos aquí buena parte del discurso frente a la casa de Jorge Rafael Videla elaborado por un organismo de derechos humanos que no reniega de su nombre –aunque ha discutido largo (y algunas regionales lo aprobaron) si poner una arroba en lugar de la o para nombrar a todos y todas– pero que ya se jacta de ser mayor de edad.
Han pasado treinta años desde aquel nefasto 24 de marzo. Treinta años y sin embargo ese lugar en la mesa, ese espacio debajo de la bandera, ese brazo que hacía upa, ese saludo con los dedos en V, ese beso de la mañana, ese puño en alto de las marchas, falta con tanta contundencia que pareciera que ha pasado sólo un instante, un parpadeo. Un abrir y cerrar de ojos. Porque hemos perdido mucho. Mucho más que treinta mil compañeros y compañeras, padres y madres, amigos y novias, hijos e hijas. Se han perdido proyectos, ideas, sueños, la alegría de estar juntos y de luchar juntos por un país mejor. Se necesitaron muchas rondas, mucha tenacidad, mucha insistencia de este pueblo que muerde el polvo pero se levanta, que se cae con las piernas rotas pero se suelda y se levanta, se destroza la nariz contra el piso, pero se levanta. Siempre se levanta y enarbola la esperanza. Porque ésa es la diferencia entre ellos y nosotros. Aunque nos derroten nuestra victoria siempre es la esperanza.
Llevamos ya treinta años repudiando el golpe de Estado de 1976. Y repudiar el golpe de Estado es repudiar el autoritarismo, el modelo neoliberal que se impuso a costa del aniquilamiento de quienes pensaban distinto.
Es repudiar el plan sistemático de apropiación de niños.
Es repudiar el terrorismo de Estado como método de persecución, desaparición, asesinato, tortura y exterminio. Es repudiar un modelo de exclusión del gobierno de unos pocos en detrimento de muchos.
El aniquilamiento de cualquier proyecto que significara una posición disidente.
El control del ser humano y sus ideales, sus utopías.
Es repudiar el cercenamiento de las libertades individuales y colectivas.
Es repudiar la prohibición de las libertades sindicales. La prohibición de toda expresión artística disidente. Es repudiar el desprecio por los derechos humanos. La imposición de la cultura de la competencia. La degradación de la política estatal. El endeudamiento como forma de acumulación. El desprecio por la industria nacional.
(...)Es repudiar el resquebrajamiento del tejido social. Y es también el repudio a toda forma de indiferencia.
Cuando nuestros padres y madres eran jóvenes ser joven era meterse en todo, querer ser parte de todas las decisiones, era querer cambiar el rumbo del mundo y querer ser parte activa y movilizadora de ese cambio. Después, ser joven se convirtió en las diferentes formas de la frivolidad y el "no te metás". Por eso, repudiar el golpe de Estado es también reivindicar una forma de juventud. Nosotros, los jóvenes, aunque quizás menos jóvenes de lo que ellos llegaron a ser, tenemos que meternos, tenemos que hacer política, tenemos que construir con nuestras manos y nuestros pies el país, el mundo en el que queremos vivir. Habiendo aprendido de las experiencias de las generaciones que nos precedieron, con la cabeza dispuesta a crear nuestras propias formas de participación, pero con la certeza de que sólo en la difícil pero gratificante tarea de construir con otros está la manera de salir adelante. (...)
Los militares respondían a un modelo de país, pensado y creado por políticos y economistas, financiado por empresarios y millonarios, bendecido por el clero y sostenido por el Poder Judicial y el aparato ideológico de los medios de comunicación. Sin olvidar, ni por un segundo, que el gobierno de los Estados Unidos de América tomó a sus marionetas y movió todos los hilos con precisión de cirujano.
No hay que olvidar a los beneficiarios de la estatización de la deuda privada que contrajo el Estado, luego dispuesto a cargo del pago del pueblo. Ni a las empresas que pusieron sus instalaciones y medios para la persecución de los trabajadores y que entregaron las listas de delegados. Por ejemplo: Ingenio Ledesma, Mercedes-Benz, Ford, Techint, Bunge y Born, Fortabat, la Sociedad Rural, Macri, Acindar, Banco de Boston, City Bank, Deutsche Bank y tantos otros...
No hay que olvidar tampoco a esos médicos y enfermeros que atendían a los detenidos desaparecidos, controlándoles el límite vital de cada uno y cada una frente a la tortura. A los que se encargaban de atender a las detenidas embarazadas, para luego sustraerles el bebé que después sería apropiado o entregado a terceros. A esos enfermeros, más conocidos como "jeringas", encargados de inyectarles Pentotal a los detenidos para arrojarlos drogados al Río de la Plata.
No hay que olvidar a los jueces, fiscales y gran número de funcionarios del aparato judicial.
Tampoco debemos olvidar a esos religiosos que aportando activamente su consentimiento a la dictadura militar entregaron la información recabada en la confesión de los familiares. Cínicamente haciendo que escuchaban. Dándoles la bendición a muchos de los genocidas.
Tampoco a esos medios de comunicación que hoy sacan en tapa el treinta aniversario del golpe pero que hace treinta años fueron el instrumento de difusión del discurso y política del terrorismo de Estado, que tanto los benefició. Y tampoco hay que olvidar a todos esos políticos enquistados en el poder que dieron el aval para que se cometieran los más aberrantes delitos de lesa humanidad.
La memoria es tratar de comprender el pasado, es tomar una posición política sobre lo sucedido, es intentar aprender de quienes nos precedieron y es crear con todo eso herramientas que en éste, nuestro tiempo, nos sirvan para avanzar hacia un mundo mejor, justo, solidario.
La memoria es también no desaparecer a nuestros desaparecidos. Es devolverles su identidad, a cada uno, con su historia, sus gustos, sus maneras. Es devolverle a cada uno su identidad política y recordar que hace apenas treinta años, en este país, existieron muchas organizaciones:
GOM (Grupo Obrero Marxista), PSRN (Partido Socialista de la Revolución Nacional), Movimiento de Izquierda Revolucionaria (Grupo Praxis), PO (Palabra Obrera), Los Demetrios, MLN (Movimiento de Liberación Nacional), Uturuncos, PSIN (Partido Socialista de la Izquierda Nacional), Movimiento Nueva Argentina, FARN (Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional), Ceisepse (Centro de Estudios e Investigaciones Socioeconómicas de la Provincia de Santiago del Estero), FRIP (Frente Revolucionario Indoamericano Popular), Miece (Movimiento Independiente de Estudiantes de Ciencias Económicas), MNRT (Movimiento Nacionalista Revolucionario Tacuara), EGP (Ejército Guerrillero del Pueblo), Brigada Masetti, JPR (Juventud Revolucionaria Peronista), Frente Unico FRIP-Palabra Obrera, PO (Política Obrera), TERS (Tendencia Estudiantil Revolucionaria), VR (Vanguardia Revolucionaria), MRP (Movimiento Revolucionario Peronista), PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), MAP7, FAA (Frente Antiimperialista Antidictatorial), FAS (Frente Antiimperialista por el Socialismo), Frente Democrático Antiimperialista y Patriótico, TAR (Tendencia Antiimperialista Revolucionaria), MSB (Movimiento Sindical de Base), TOR (Tendencia Obrera por la Guerra y el Socialismo), Comités de Base, GB (Grupos de Base), Juventud del PRT, JG (Juventud Guevarista), MNRT (Movimiento Nacional contra la Represión y la Tortura), Cofappeg (Comisión de Familiares de Presos Políticos, Estudiantiles y Gremiales), Agrupaciones Antiimperialistas por el Socialismo, Fatrac (Frente de Trabajadores de la Cultura), Cine de Base, VC (Vanguardia Comunista), Tupac (Tendencia Universitaria Popular Antiimperialista Combativa), FRA (Frente Revolucionario Antiimperialista), FAU (Frente Antiimperialista Universitario), FEN (Frente Estudiantil Nacional), FAP (Fuerzas Armadas Peronistas), Comando Camilo Torres, CRU (Comando Revolucionario Universitario), CPL (Comandos Peronistas de Liberación), CNRR (Comité Nacional de Recuperación Revolucionaria), MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), ELN (Ejército de Liberación Nacional), MSTM (Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo), FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), ARP (Acción Revolucionaria Peronista), MAP (Movimiento de Afirmación Popular), Descamisados, PRT-La Verdad, Tarea (Tendencia de Agrupaciones Estudiantiles de Avanzada), UAP (Unión Antiimperialista Programática), FAL (Fuerzas Armadas de Liberación), Benjo Cruz (FAL-BC), Máximo Mena (FAL-MM), América en Armas (FAL-AA), Inti Peredo (FAL-IP), 22 de Agosto (FAL-22) y Che Guevara (FAL-CHE), ARS8 (Acción Revolucionaria Secundaria 8 de Octubre), PCR (Partido Comunista Revolucionario), JCR (Juventud Comunista Revolucionaria), CGTA (CGT de los Argentinos), CPL (Comandos Populares de Liberación), GEL (Guerrilla Ejército de Liberación), Montoneros, JP (Juventud Peronista), CPL (Cristianos para la Liberación), Cepre (Corriente Estudiantil Peronista Revolucionaria), JUP (Juventud Universitaria Peronista), JTP (Juventud Trabajadora Peronista), JPB (Juventud Peronista Barrial), MVP (Movimiento de Villeros Peronistas), UES (Unión de Estudiantes Secundarios), AE (Agrupación Evita de la Rama Femenina), MIP (Movimiento de Inquilinos Peronistas), FLP (Frente de Lisiados Peronistas), Asociación Gremial de Artesanos, Agrupación Peronista de Artesanos, MR 17 (Movimiento Revolucionario 17 de Octubre), FRP (Frente Revolucionario Peronista), MIRA (Movimiento de Izquierda Revolucionaria Argentina), TAU (Tendencia Antiimperialista Universitaria), GOR (Grupo Obrero Revolucionario), Ligas Agrarias, PB (Peronismo de Base), FIP (Frente de Izquierda Popular), UFA (Unión Feminista Argentina), MLF (Movimiento de Liberación Femenina), PST (Partido Socialista de los Trabajadores), ERP 22 (Ejército Revolucionario del Pueblo 22 de Agosto), PRT-FR (Partido Revolucionario de los Trabajadores-Fracción Roja), PCML (Partido Comunista Marxista Leninista), FLH (Frente de Liberación Homosexual), FAP 17 de Octubre (Fuerzas Armadas Peronistas 17 de Octubre), PB 17 de Octubre (Peronismo de Base 17 de Octubre), OCPO-BR (Organización Comunista Poder Obrero-Brigadas Rojas), MJP (Movimiento Juventud Peronista), FPL (Frente Peronista de Liberación), OP17 (Organización Peronista 17 de Octubre), Facon (Federación Argentina contra las Organizaciones Nazis), LIM (Línea de Izquierda Mayoritaria), PROA (Partido Revolucionario de los Obreros Argentinos), MPM (Movimiento Peronista Montonero).
Expresiones todas de una generación con tantas ideas y tanta fuerza como banderas pudieran enredarse en una plaza cualquiera.
Ahora, aun con las leyes de impunidad anuladas, tenemos los juicios avanzando a paso de hormiga. Y todos sabemos, la justicia que es lenta no es justicia. Tan lenta que hoy estamos frente a la casa de Videla, que está "preso", pero está disfrutando de este magnífico escrache en la comodidad de su hogar. (...) Este escrache es también para decir que nadie debe confundirse: hasta que no estén presos, en una cárcel común todos y cada uno de los culpables, nos volveremos a encontrar una y otra vez en la calle, escrachando, marchando, gritando: luchando. Porque mientras no estén condenados viviremos en un estado de impunidad y eso es muy grave. La impunidad trastroca los valores sociales. No podemos convivir con genocidas libres. Es la impunidad la que permite que un torturador confeso como lo es Luis Patti tenga la posibilidad de presentarse a elecciones. La impunidad da continuidad a la escala de valores impuesta por la dictadura.
Hoy, a treinta años del golpe militar, nos encontramos frente a la guarida de esta rata inmunda: Jorge Rafael Videla.(...) A vos, rata inmunda, ¡te vinimos a escrachar! (...) Rata inmunda... queremos que sepas que seguimos de pie. Que las Madres, las Abuelas, los Familiares, los sobrevivientes, y todos los que nos han acompañando durante estos 30 años, así nos lo han enseñado.
¡Qué ejemplos de vida! ante tanta muerte que impusiste con tus secuaces. Queremos decirte que la resistencia no se acaba nunca, siempre seguirá. (...)Después iremos por los cómplices, por los ideólogos, y por los beneficiarios del terrorismo de Estado.
También iremos por las ratas de hoy, por los responsables de los pibes que mueren bajo las balas policiales, por los responsables de la represión y el gatillo fácil.
Quién hubiera dicho...
(...)
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