Mecánica brechtiana

En un nuevo alarde de virtuosismo, el Bachín Teatro está presentando La comedia mecánica, siempre en la huella de Brecht –de hecho hay aquí citas a La ópera de tres centavos y El resistible ascenso de Arturo Ui–, pero utilizando los recursos del cabaret berlinés y el distanciamiento para hablar de la actualidad, con mucho humor negro y una sutil mirada moral. En un mundo donde las novias enviudan el día de su casamiento y Mackie trepa al rol de padrino, un maestro de ceremonias pianista da su versión de los hechos. Actores y actrices se mueven como marionetas articuladas, con un maquillaje expresionista en un decorado funcional. Sobre una pantalla se proyectan dibujos de Jorge Santos, que aluden a lo que se ve sobre la escena. Otro trabajo imperdible de Manuel Santos Iñurrieta.

La comedia mecánica, los viernes y sábados a las 23 en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, a $ 15 y $ 10, 5077-8077.

Palabras son amores

Dos parejas que se juntan para comer discurren sobre el amor en una noche donde se producen algunas revelaciones sobre las distintas experiencias, particularmente de las mujeres, en ese territorio subjetivo e inasible. A partir del cuento de Raymond Carver, De qué hablamos cuando hablamos del amor, el director Adrián Canale se ha aventurado a dejar a sus intérpretes librados a la improvisación en los vaivenes de la charla, después de fijar algunos núcleos dramáticos. El resultado es de gran frescura y dinamismo, siempre diferente en cada función, con zonas de tensión que nunca llegan a estallar y donde el voyeurismo del público se pone en evidencia. Fernando Castels, Maribel Outeda y Marcelo Subiotto responden con creces al desafío, pero quien realmente deslumbra con los matices de su actuación y el diestro manejo de la emoción es Carolina Tisera.

Hablar de amor, los viernes a las 22.30 en Puerta Roja, Lavalle 3636, a $ 15 y $ 10, 4867-4689.

7 chicas 7

Un singular y muy atractivo experimento es el que propone la directora y dramaturga Verónica Schneck en el reciente estreno Nos tenemos a nosotras mismas: siete adolescentes de 13 años (reales) en un espacio que les sirve de refugio planifican, ensayan, actúan –intercambiando roles– el envenenamiento de una profesora, se mueven sobre un piso marcado siguiendo una precisa coreografía. ¿Sublimación de fantasías de secundaria o preparativos de un crimen real? Lo único seguro es que las jóvenes actrices –Camila Carbone, Emilia Ravetta, Florencia Morgenfeld, Indiana Oliver, Lara Waserman, Sofía Lewkowicz y Julieta Catagneris– han trabajado a conciencia e irradian en escena un humor virtual, una energía inusual.

Nos tenemos a nosotras mismas, los domingos a las 20 en El Camarín de las Musas, Mario Bravo 960, a $ 15 y $ 10, 4862-0655.

Tanguera y media

Dolores Espeja –autora del espectáculo Tanguera, guionista de TV, futura realizadora de un documental sobre tango– está ofreciendo un show donde hace lo que más le gusta en la vida: cantar. Como lo suyo es un homenaje a los pioneros y las pioneras de comienzos del cine argentino sonoro, encarna a una cantante a punto de protagonizar un film que en la vida real se ve atrapada en situaciones que figuraban en el guión. Pretexto más que suficiente para que Dolores entone con mucha polenta, y bien acompañada por el trío de guitarras Covacevich-Alem-Furio, una serie de temas superclásicos.

Tiempo sobre Tango, los domingos a las 19 en La Bodega del Café Tortoni, Avenida de Mayo 825, a $ 20, 4806-2163 ([email protected]).

Escucho

Un sueño abrazado

La autora eligió a la intérprete y la intérprete a la autora. La primera es nada menos que Eladia Blázquez; la segunda, Sandra Luna, argentina recientemente nominada a los premios Grammy en el rubro mejor música tradicional del mundo. El producto de este abrazo es un cd, Con las alas de Eladia, en el que la autora armó la lista de temas. Y la presentación de la intérprete será el lunes que viene, con músicos invitados de la talla de Leopoldo Federico. Quedan avisados y avisadas.

C.C. Torquato Tasso, Defensa 1575 (4307-6506), lunes 14 de mayo a las 21.30.

Muestras

¡Viva el desborde!

Leo Chiachio y Daniel Giannone viven en Buenos Aires y en El Tigre. Artistas plásticos ellos, gustan de bordar juntos y también de nombrar con un mote ad hoc al perrito que adoptaron: Piolín. Con ese nombre también llaman a un museo que es un proyecto para crear espacios habitables para la diversidad. Híper productivos, los chicos se interesan por patrimonios simbólicos de distintos pueblos y los traducen en obra. Esta obra, por fortuna, puede verse ahora mismo, curada por Fernanda Laguna, en el Centro Cultural Recoleta.

Junín 1930, hasta el 27 de mayo.
Entrada libre, lunes cerrado.