Seis films dirigidos y dos codirigidos por mujeres se exhibirán en la séptima edición del DocBsAs, entre el 16 y el 27 de octubre, agrupados en diferentes secciones donde figuran las mejores producciones internacionales de cine documental de creación. En “Crónicas de los años de brasa” se proyectarán Calles de Santa Fe, de la chilena Carmen Castillo, una honesta, emocionante y compleja revisión de su tragedia personal y de la situación de integrantes del movimiento mirista en la clandestinidad y el exilio, que culmina escuchando las razones de la última camada de jóvenes chilenos de izquierda; y ¡Alfaro vive, carajo! Del sueño al caos, de la ecuatoriana Isabel Dávalos, testigo en su infancia de los primeros movimientos insurgentes en su país, que ahora investiga sobre ese grupo armado, quiénes lo constituían y, particularmente, si ella habría adherido a esa causa en caso de que la edad se lo hubiera permitido. “Proyecciones Especiales” ofrecerá Pasolini Pa Palestine, de Ayreen Anastas, quien rehace desde una mirada actual la ruta de Pier Paolo Pasolini en busca de locaciones para su versión de El Evangelio según San Mateo, en 1963; en este film irrumpen imágenes del documental que hizo en ese entonces el poeta y cineasta italiano, y a medida que avanza el viaje de Anastas se imponen las transformaciones del paisaje y de la situación política y social, aunque algunas antiguas costumbres cotidianas permanecen. También en “Proyecciones Especiales” se incluye Acaba de suceder, donde la joven realizadora austríaca Anja Salomonowicz explora los límites del documental, encontrando una forma original de tratar el problema de las inmigrantes sin papeles explotadas sexualmente, sin poner en escena a las víctimas, pero sí el contenido de sus testimonios en boca de otras personas relacionadas con esos hechos, que declaran sin énfasis en medio de acciones cotidianas. Recurso que crea una extraña distancia, al igual que el neto despojamiento de las imágenes y el uso muy refinado de planos de color, pero también esta suerte de disonancia puede despabilar conciencias.

Lucie y ahora forma parte del apartado “Conexión Lyon” y fue correalizada por Simona Fürbringer, Nicolas Humbert y Werner Penzel, quienes retoman, a través de dos personajes, el recorrido París-Marsella que Julio Cortázar y Carol Dunlop hicieron en 1982. En el apartado “Festival de Festivales” estarán No todos morían, pero todos estaban afectados, de Sophie Bruneau y Marc-Antoine Roudil: rodada en tres hospitales públicos de la región parisiense, una psicóloga y tres médicos atienden a pacientes enfermos/as por su trabajo, una realidad dolorosa pero invisible; La travesía, donde Elisabeth Leuvrey escucha atentamente, a bordo de un barco, las historias de algunas de las numerosas personas que cada verano atraviesan el mar entre Francia y Argelia, con sus bolsos y sus anhelos. Dentro de esta selección de docs vistos en importantes festivales, se destaca Hacia Mathilde, de Claire Denis, siguiendo el devenir del trabajo de la coreógrafa Mathilde Monnier, el precalentamiento, los primeros pasos de danza, la creación de una figura, de un movimiento que se integrarán a una secuencia, a todo un relato escénico.

Sin alardes formales pero con una inteligente, equilibrada y conducente organización tanto de los excelentes materiales de archivo como del seguimiento de los dos regresos de Carmen Castillo a Chile —además de directora, ella es la guionista y protagonista—, Calle Santa Fe es un film que se abre a las sensaciones y los descubrimientos que esta mujer tan herida, en algún momento anestesiada por el dolor, va haciendo a lo largo del trayecto. Casada con el dirigente mirista Miguel Enríquez, muerto en combate poco después del brutal golpe de Pinochet en el ’73, Carmen, embarazada, quedó desangrándose en la calle y fue salvada por un vecino que llamó al hospital. Perdió el bebé, fue expulsada por la dictadura y comenzó el camino del exilio hasta afincarse en París.

En su primera visita a Chile, con un permiso especial, Carmen comienza a hacerse las preguntas que acalló durante años. Las respuestas empiezan a perfilarse en el segundo viaje, más reciente, donde como directora hace que los testimonios formen parte de encuentros no ensayados y de conversaciones espontáneas, donde los entrevistados/as no posan jamás para la cámara, y donde la entrevistadora pide, inquiere, consulta, replica, reflexiona de igual a igual. Ella, que ha llegado con la intención de recuperar la casa donde vivió con Miguel y sus hijas chiquitas, cambia de idea al conversar con jóvenes militantes que prefieren recuperar y sostener la causa antes que refugiarse en panteones. El orgullo y la mística de los sobrevivientes, la dignidad intacta de una compañera, el rostro surcado por el dolor de una madre que perdió a tres hijos durante la resistencia contra Pinochet (“pero ellos renacen en los más jóvenes”, se conforta ahora), le confirman a Castillo que la muerte de Miguel no fue en vano. Esa muerte acribillado frente a su casa, que pudo evitar, lo descubre Carmen en un momento de altísima emoción donde la protagonista sustrae su rostro y se detiene en la mirada del vecino que le revela que Enríquez tuvo oportunidad de escapar de la muerte en un momento propicio, pero se volvió para quedarse junto a su mujer desvanecida, gravemente herida. “El no la abandonó”, devela el hombre. En ese instante límite, las razones del corazón pudieron más que las del deber del secretario del MIR, a cargo de la resistencia.

Calle Santa Fe, martes 16 a las 19.30

Acaba de suceder, miércoles 17 a las 22,
sábado 27 a las 22

¡Alfaro vive, carajo! Del sueño al caos,
jueves 18 a las 17, miércoles 24 a las 17

No todos morían, pero todos estaban afectados,
jueves 18 a las 14.30

Pasolini Pa Palestine, viernes 19 a las 17,
sábado 27 a las 19.30

Hic rosa, división botánica,
martes 23 a las 19.30
En la sala Leopoldo Lugones,
Corrientes 1530, a $ 7 y $ 4
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