Viernes, 7 de marzo de 2008 | Hoy
TALK SHOW
Por Moira Soto
En este final del verano, una suerte de embajada teatral marplatense desembarca en Buenos Aires para presentar cuatro obras, en un Segundo Encuentro en Puerta Roja (en marzo de 2007 se vieron en el mismo lugar dos producciones de ese origen: El tajo más cruel y Los fines). Así, la ciudad que en el verano da cabida a incontables espectáculos provenientes de la Capital, este fin de semana mostrará aquí valiosos trabajos de la escena alternativa de Mar del Plata, estrenados durante la reciente temporada.
Existe por cierto un nexo entre las dos ciudades para darles esta oportunidad a los/as porteños/as que no veranearon en la costa: Adrián Canale, director, docente, creador de dramaturgias a partir de textos literarios, responsable del bello cuan exitoso espectáculo Remedios para calmar el dolor, es un marplatense que se vino a Buenos Aires hace 15 años, pero que nunca cortó sus vínculos con el terruño. No sólo porque allí tiene familia y amistades, sino porque a través de los años viajó a dar seminarios de actuación, de dirección. De hecho, Canale ya había debutado muy joven como director antes de partir, dentro de una movida teatral que luego decayó. Pero desde hace dos, tres años, esa actividad empezó a remontar, particularmente en verano, y se fueron abriendo una serie de salitas independientes: Club de Teatro, La Brecha, El Jardín de las Artes, Séptimo fuego. Contribuyen a esa revitalización del teatro marplatense puestistas como Paola Belfiore y Guillermo Yanícola, quienes se formaron con Canale.
En la programación que se puede ver a partir de hoy figuran Una sociedad secreta, enlace entre los intensos mundos poéticos de Roberto Arlt y Armando Discépolo, con dramaturgia de Olivia Diab y Canale (también director), y un elenco que integran Milena Bracciale, Claudia Díaz, Sergio Feijóo, Celeste García, Cecilia Leonardo, Hebe Rinaldi, Cecilia Mesías y Micaela Vidal; Ponerse de pie, dramaturgia y dirección de Paola Belfiore y Canale, con Andrea Crouzat, Valeria Dalmolin, Carla De Oyarbide, Mónica Feuer, Claudia González, Pablo Guzzo, Claudia Grollino, Hebe Rinaldi, Claudia Mosso y Micaela Vidal, Un beso único, basada sobre Ubú Rey, de Alfred Jarry, con Paola Belfiore, Olivia Diab, Daniela Silva, Gabriel Celaya, Alejandro Frenkel, Maximiliano Mena y Sebastián Villar; Después del final de la palabra, inspirada en la mirada sobre el mundo y la escritura de Clarice Lispector, dirección y dramaturgia de Belfiore, protagonizada por Paula Scarpetta. La primera y la tercera fueron candidateadas para el Premio Estrella de Mar.
Todas estas obras se representaron en Mar del Plata en el Club del Teatro, sala que maneja Belfiore, en funciones dobles y hasta triples, de lunes a domingo, con muy buena repercusión. En la ciudad costera se repite el fenómeno que se viene dando hace años en Buenos Aires: las actrices de las nuevas generaciones son notoriamente más numerosas que los actores. Motivo por el cual Adrián Canale se sintió a sus anchas, aunque dice que no tiene explicación para esta multiplicación en número y calidad de las intérpretes: “Me siento muy a gusto entre mujeres, me interesa sobremanera el universo femenino con el cual he estado en contacto desde siempre, por razones familiares, en la docencia, en las obras que he dirigido. Me parece más rico, más complejo. Por otra parte, he comprobado que ese mito de que muchas mujeres juntas compiten o se pelean es una tontería absoluta. La experiencia me dice que se puede trabajar de manera solidaria, cariñosa. Hay algo de la emotividad que transmite la actuación de la mujer que me atrae, quizá porque yo, con otro tipo de personalidad, no la puedo demostrar tanto. Me encanta este tipo de actuación tan carnal, mucho más jugada con el cuerpo, emocionalmente”.
El disponer de una amplia mayoría de actrices llevó a Canale a dirigir Una sociedad, básicamente surgida de Los siete locos, con apuntes discepolianos, adjudicándole textos que en el original pertenecían a personajes masculinos, a las intérpretes. “Es verdad que esta novela no mira con amor a las mujeres, aunque Arlt, en algunas Aguafuertes tuvo observaciones justas sobre el mundo laboral femenino, por ejemplo. Y sucedió algo muy estimulante: el párrafo ‘matar o no matar’, en boca de una mujer, resultó un choque poético muy fuerte. Lo mismo puedo decir de tantas líneas donde el escritor cuestiona hasta dónde llegan la ética y la moral de cada uno. ¿Por qué estas reflexiones no las puede hacer una mujer? También trabajé con las fotos de Cindy Sherman, Diane Arbus, Francesca Woodman, Nan Goldin, artistas muy personales que estudiamos en un seminario.”
Ponerse de pie es una especie de “comedia musical enferma”, con muchos momentos de música y baile: un grupo de mujeres ingresa en un instituto de recuperación de las sierras cordobesas, en los ’40, personajes construidos a partir de ciertos síntomas físicos, luego hablados por textos, entre otros autores, de Beckett y Carlos Fuentes. Un beso único propone una versión alocadamente festiva de Ubú Rey, farsa dentro de la farsa, mientras que Después del final de la palabra pone en escena a la extraordinaria escritora Clarice Lispector.
Una sociedad secreta, hoy viernes a las 21 y 21.30.
Ponerse de pie, sábado 8 a las 21.
Un beso único, sábado 8 a las 23.
Después del final de la palabra, domingo 9 a las 19.30.
En Puerta Roja, a $ 20, bono x 2 obras a $ 35,
o 4 espectáculos a $ 60, Lavalle 3636, 4867-4689.
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