Si la salud en Formosa es un asunto pendiente, la salud sexual en el interior de Formosa es un asunto desconocido. Algunos/as investigadores/as indican que el acceso a la salud es “muy precario”, en particular para las mujeres. “En la mayoría de estas zonas no hay condiciones adecuadas para la atención de los partos”, dice el sociólogo rural Matías Berger.

“El acceso al Sistema de Salud es irregular –continúa–. Para hacerse un tratamiento complicado hay que ir a la capital, estamos hablando de 200 o 300 kilómetros. El año pasado se inauguró un hospital de alta complejidad que no está preparado todavía, así que en rigor no hay atención especializada.”

Pero para algunas mujeres el asunto no es una novedad. “Las campesinas trabajamos demasiado –dice Cándida– desde hace muchos años y en salud estamos destruidas. No hicimos nunca el tratamiento, ¿Cómo se dice? El Papanicolaou. En las colonias no hay para hacerse estudios. No tenemos cómo llegar a Formosa, menos a Buenos Aires. Estamos viviendo hasta que un día Dios diga basta, y muramos, porque no hacemos ni un tratamiento.”

Otras integrantes del Equipo de Mujeres sostienen que en la provincia no se está implementando el Programa Nacional de Salud Reproductiva - Ley Nº 25.673. “Los insumos están llegando, pero no se distribuyen como corresponde –denuncian–, no se está publicitando y hay mucha desinformación. Llega el DIU o la inyección, pero queda sujeto a la decisión del director del centro; además, en las salas tampoco hay especialistas. Y no es algo que no se sepa o que no se quiera hablar sino al contrario.”