Desde que empecé este trabajo, hace 18 años, los periodistas planteábamos la necesidad de una nueva ley. Nada fue más dañino para el ejercicio profesional que la concentración monópolica.

Son famosos los casos de periodistas que no pudieron volver a ejercer la profesión o debieron conformarse con tareas muy inferiores a su capacidad intelectual por diferencias con los medios oligopólicos. Los políticos hablan; los dueños de los medios operan y los periodistas –con una cuota de responsabilidad propia– nos quedamos afuera. Sin embargo, fuimos los periodistas e intelectuales de la comunicación los que debatimos este proyecto, desde 2004, cuando aún los Kirchner y Clarín tenían una relación armoniosa. Los 21 puntos de acuerdo en los que se basa este proyecto garantizan una democratización de la comunicación. El debate podrá mejorar la ley, pero sería muy triste para nuestra democracia dejar pasar esta oportunidad.

* Licenciado en Comunicación Social, columinista político de Radio América, subeditor de Caras y Caretas y miembro del Foro de Periodismo Argentino (Fopea).