El crack portugués Cristiano Ronaldo, más allá de la lesión que sufrió en la final de la Eurocopa ante Francia, ya saldó la cuenta con su seleccionado y sacó diferencia con Lionel Messi, quien mantiene la deuda en materia de títulos con la Argentina. Con un vendaje en la rodilla izquierda, la mirada en alto en la escalinata rumbo al escenario, Ronaldo, como capitán de su equipo, tomó con fuerza el trofeo en el Stade de France y lo levantó con los ojos cerrados, con una mueca de satisfacción y orgullo.

Esa imagen en Saint-Denis ya se viralizó. Es parte del calendario deportivo. Ronaldo levantó la Eurocopa, todo Portugal lo festejó, pero él mucho más, acostumbrado a ese contexto con Real Madrid, pero no con los colores de su país.

Portugal logró por primera vez en su historia la Eurocopa, que le fue esquiva en 2004 cuando fue organizador, ante Grecia, y con un joven Cristiano Ronaldo. El paso del tiempo lo encontró en la final ante Francia, campeón en 1984 y 2000, después de varias decepciones con Mundiales incluídos.

Ronaldo, que ocupa el primer lugar de máximos goleadores de la Eurocopa con nueve tantos, junto con el francés Michel Platini, ya se sacó la espina a pesar de no haber descollado en la final que jugó solo 24 minutos, por una lesión ligamentaria en la rodilla izquierda. La foto de Ronaldo con la Eurocopa es realidad y la comparación con Messi surgió al instante.

Hasta el gol del delantero Eder, quien le dio la gloria a Portugal, las imágenes tristes de Ronaldo y Messi fueron utilizadas como coincidencia entre los dos futbolistas más importantes del planeta.

El rosarino fue un mar de lágrimas en la final de la Copa América Centenario, en la derrota por penales ante Chile, y Ronaldo no pudo contenerlas cuando fue reemplazado por Ricardo Quaresma.

Messi fue figura en la obtención del campeonato Sub-20 en 2005 con el seleccionado argentino, y se paseó con orgullo en Pekín con la medalla de oro lograda en los Juegos Olímpicos, pero su lista extensa de éxitos no registra alguno con el combinado mayor.

La cuenta pendiente de Messi se agiganta no solo por ocasiones cercanas al triunfo que se diluyeron con caídas decepcionantes. El goleador histórico del seleccionado argentino lleva tres finales consecutivas con derrotas entre Mundial Brasil 2014, Copa América de Chile 2015, y Copa América Centenario.

Ronaldo, que no está rodeado de grandes estrellas como sí está acostumbrado Messi en Argentina, aprovechó la oportunidad, claro, con cierto guiño del destino. El portugués se abrazó a la Eurocopa mientras Messi, de vacaciones en Bahamas, mastica bronca por la final perdida, y por la situación institucional de AFA, que motivó su renuncia.