El regreso de Carlos Tevez, luego de las tres fechas de suspensión, era un motivo valedero para ir al estadio de Boca en el Día de la Madre. Pero ni siquiera la presencia del ídolo pudo cambiarle la imagen a un equipo híbrido, apático, cansado y sin impulso. El rival fue de los peores del certamen, Sarmiento, y sólo por ese motivo se pudo quedar con la victoria. Si el adversario hubiera tenido la jerarquía suficiente para plantarse con carácter en la Bombonera, el resultado hubiera sido muy diferente.

Eso es precisamente lo que le falta a Boca, carácter para darse cuenta que luce una camiseta con una historia riquísima, y convencimiento para decidirse a ser un candidato con seriedad. Lo que ofrece hasta el momento, con o sin Tevez, es demasiado poco. El que se lució ayer fue el capitán Pablo Pérez, con orden y claridad, pero volvió a estar al límite de la expulsión nuevamente.

El resto parece no estar en la misma sintonía, y las individualidades se encuentran desperdigadas y con poca conección. Más allá de que Boca fue el dominador absoluto de las acciones, con un alto porcentaje de posesión de la pelota, no fue efectivo ante los de Junín, y sus intentos se diluían antes de ingresar al área. Para colmo, el goleador Benedetto se fue rápido de la cancha por una lesión, y ninguno se dio cuenta que el equipo no tenía presencia dentro del área rival.

El equipo ganaba por la mínima diferencia hasta el descuento, y recién ahí, cuando Bou marcó el segundo gol con un toque de derecha, el público tuvo la traquilidad de que la victoria estaba asegurada. Antes, con avances esporádicos, Sarmiento estuvo cerca de llegar al empate: primero con un tiro en el palo de Niz, y luego con el ingresado Depetris que desperdició dos chances más.

Boca tuvo un arranque arrollador en los primeros instantes, acorralando a su rival en el área, pero no podía concretar las opciones que generaba. El primer grito llegó a los 32 minutos, cuando Centurión definió de zurda con un remate cruzado, después de una gran acción del lateral Peruzzi. Lo que sucedió entre esos dos goles fue desconcertante. El equipo local tocando a pelota de manera intrascendente, sin intención de imprimirle cambio de ritmo a un fútbol anodino.

Lo que sucedía en el aspecto defensivo tampoco era saludable. Los desacoples entre los marcadores centrales volvieron a aparecer, y también los errores por falta de concentración, que pudieron haberle costado muy caro. La verdadera cara de Boca no se conoce todavía, pero por ahora se encuentra más cerca de la decepción que del lado del optimismo. Lo que se puede ver en el horizonte no es para nada agradable en ese aspecto.

Estadio: Boca.

Arbitro: Fernando Echenique.

Goles: 32m Centurión (B); 90m Bou (B).

Cambios: 25m Bou (6) por Benedetto (B), 54m Depetris (6) por Mercado (S), 63m Vides por Santana (S), 70m Zuqui por Pavón (B), 76m Cuevas por Di Renzo (S), 81m S. Pérez por Centurión (B).

n Tevez jugó un partido muy flojo y luego le regaló su camiseta a un hincha que estaba detrás del arco de Casa Amarilla. Foto Julio Martín Mancini