FúTBOL › EL EMPATE SIN GOLES FRENTE A LOS PARAGUAYOS SUMO UNA NUEVA DECEPCION
Argentina hizo todo menos el gol
La Selección Nacional pudo y debió ganarle a Paraguay, que jugó media hora con diez futbolistas, pero se quedó con las manos vacías. Las más de 40 mil personas presentes en el Monumental no alentaron al equipo, pero tampoco silbaron al final, como en anteriores ocasiones. Los paraguayos, cuya figura principal fue su arquero, celebraron el puntito como una victoria.
Por Juan Jose Panno
Suele ocurrir cuando juega el equipo de Bielsa; queda mucho material para el análisis y abundantes razones para todo. Veamos:
- Para alegrarse. Que Tevez jugó un buen partido en la Selección mayor, una actuación del nivel de la mejor que cumplió con esa camiseta, contra Brasil en el Sub-20 del año pasado; que Mascherano se afirma en su puesto y se perfila como gran candidato para quedarse a vivir, con su jerarquía de veterano, en la mitad de la cancha en cada partido de la Selección; que Abbondanzieri respondió a las expectativas que había provocado su presencia y mostró mucha serenidad en las pocas veces que le tocó intervenir; que la línea de fondo resolvió bien los aislados intentos de Paraguay, con un rendimiento muy parejo de Ayala, Samuel (en posiciones invertidas de acuerdo a cómo venían actuando con Bielsa) y Heinze; que en el funcionamiento colectivo se mostró una flexibilidad táctica mayor a la de anteriores encuentros.
- Para conformarse. Que el equipo generó por lo menos diez situaciones de gol. Se recuerdan en desorden cronológico y sin necesidad de revisar los apuntes: a) centro de Rosales y cabezazo de Sorin apenas desviado; b) cañonazo de Mascherano, junto a un poste; c) zig zag de Tevez y remate apenitas elevado; d) remate de Saviola mano a mano y atajada de Villar; e) mano a mano de Tevez y gran tapada de Villar; f) disparo de Saviola desde cerca, débil, a las manos del arquero; e) volea de Crespo desviada por el golero paraguayo; f) dos remates de Kili González en la misma jugada, tapados por el arquero; g) fallida media tijera de Sorin en el área. A todas estas jugadas habría que agregarle un montón de pases de gol que no llegaron a destino porque algún paraguayo integrante de la convención general de defensores, autoconvocada en las cercanías del área propia, metía la pierna. Es bueno advertir que las llegadas de Argentina se produjeron por diferentes vías y no con una única fórmula de ataque.
- Para preocuparse. Que no se lograran más encuentros como esos que tuvieron Tevez y Saviola en algunos pasajes del primer tiempo y que se insistiera demasiado, acaso por impotencia, con centros que favorecían la tarea de los defensores paraguayos en los tramos finales del cotejo.
- Para criticar. Que Bielsa insiste con Crespo pese a que no está pasando por un buen momento. Ayer, como siempre, mostró buena voluntad y un gran empeño, pero le cuesta sostener la carga pesada de ser visualizado como uno de los responsables del fracaso del Mundial. Se le podría dar una oportunidad a Cavenaghi, por ejemplo. También es cuestionable, desde otro ángulo, que ciertos sectores del público, movidos quizá por voces muy influyentes en el periodismo, sigan limitando el análisis de todo lo que hace el DT al recuerdo del fracaso por el Mundial, un “delito” que ya debería haber prescripto. Lo singular de ayer fue que la mayor parte de la gente no alentó al equipo cuando apuraba a Paraguay, tal como hubiera ocurrido si la relación fuera normal y que tampoco silbó al final del partido, a pesar de la desazón que produce un cero a cero.
- Para preguntarse. En los próximos partidos, cuando se vuelva a jugar por los porotos, ¿va a atajar Cavallero o Abbondanzieri? ¿Se va a seguir jugando con tres centrodelanteros en rotación permanente como ayer o se va a volver a la fórmula anterior? Cuando vuelva el enganche natural, es decir Riquelme o Aimar, ¿qué lugar va a tener en el equipo Tevez? ¿Seguirá abriéndose el camino a futbolistas locales (caso Lucho González) que aparecen en mejores condiciones que los históricos (caso Zanetti)? ¿Cuál es el verdadero lugar de Lucho González, que ya jugó en tres posiciones diferentes en los últimos tres partidos? Muchas de las respuestas las tiene el entrenador, con sólo repasar todo lo ocurrido en esta agitada última semana. Lo que Bielsa no está en condiciones de contestar es hasta cuándo le van a seguir pasando viejas facturas, aunque se sospecha que será hasta que se consagre campeón mundial en Alemania.
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