FúTBOL › RIVER NO PUDO CONSAGRARSE CAMPEON EN CORDOBA AL PERDER CON TALLERES
Sin el título, habrá limpieza
La eliminación de la Copa Libertadores ante Boca tuvo sus secuelas en el estadio Olímpico de Córdoba, lo que impidió a los hinchas celebrar ayer el título, y las seguirá teniendo cuando los directivos decidan meter mano en la composición del cuerpo técnico que dirige al equipo. Pese a la victoria, los cordobeses no abandonaron la zona de promoción.
El impacto que causó la dramática definición por penales ante Boca por la Copa Libertadores tuvo su repercusión en la tarde de ayer en Córdoba. River no pudo aprovechar su primera oportunidad para ganar la obtención del torneo Clausura, y ahora habrá que esperar al menos una semana, o quizás un poco más. La incógnita tiene que ver con que Boca, el otro aspirante a ganar el campeonato, podría solicitar la postergación de su próximo encuentro –está habilitado por ser finalista de la Copa–, y eso demoraría la resolución. Con una inesperada derrota ante Talleres, que lo vencía 3-0 a la media hora del partido, ahora River tiene una ventaja de tres puntos, y la fiesta que tenía preparada finalmente no pudo concretarse.
Como su perseguidor no pudo vencer a Colón, con apenas empatar River hubiera alcanzado su 32º campeonato. Pero el golpe anímico que le provocó su máximo rival en Núñez, el último jueves, hizo que el equipo de Leonardo Astrada jugara un primer tiempo para el olvido. No sólo por los tres goles de Talleres en esa etapa sino por la falta de reacción de sus jugadores. Tula en contra marcó el primer tanto, de cabeza, a los 11 minutos; y luego el uruguayo Píriz Alvez aumentó con una gran acción individual, tocando la pelota al primer palo, ingresando por la izquierda. El desconcierto de River era muy marcado y de esa manera Osorio, la gran figura del partido, aumentó la ventaja con un toque suave en el área chica. Iban 33 minutos.
Pero aquella eliminación del certamen continental seguramente provocará más vaivenes en la interna de River a futuro. Y más allá de que algunos futbolistas no seguirán en el club (ver aparte), también hay muchas posibilidades de que ciertos integrantes del cuerpo técnico sean “separados”, por parte de los directivos.
El detonante serían las reacciones que surgieron desde el banco de suplentes en los duelos frente al equipo de Carlos Bianchi. Al parecer, la directiva estaría molesta por considerar que el desequilibrio emocional que se inició afuera de la cancha, fue negativo para los jugadores dentro del campo de juego.
La primera explosión se produjo en el encuentro de ida jugado en el estadio de Boca, donde las expulsiones de Gallardo y Garcé apenas fueron los detonantes de una serie de actitudes de indisciplina que provocaron un clima de mucho nerviosismo.
Entre los hombres a los que apuntaría la directiva se encuentran el ayudante de campo, Hernán Díaz, y el preparador físico Gabriel Macaya. Las imágenes televisivas dejaron en evidencia la respuestas descontroladas que tuvieron estos dos integrantes del cuerpo técnico, e incluso también fueron identificados Ernesto Corti y Javier Sodero, otros dos colaboradores de Astrada.
Por todo ello, posiblemente el equipo no pudo ayer lograr el empate tan ansiado, y sólo descontó con goles de Salas y López. Para colmo, sobre el final Husain sumó otra expulsión para generarles un nuevo problema a sus compañeros. Con estos ingredientes, tantos desencuentros podrían desembocar en un verdadero trastorno para el futuro.
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