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Ni el referí ni la altura
Por diego bonadeo
¡Dejémonos de joder con que la altura o con que el referí! Lo de la altura es el eterno argumento, tanto a favor como en contra –“se ganó y no influyó la altura”, “heroico empate en la altura”, “la altura fue determinante en la derrota” y demás– y la absurda expulsión del Cuchu Cambiasso, cuando ya no había casi nada que jugar, no supone que el equipo nacional haya merecido otra suerte.
De arranque no más, si Pekerman dispone que el único delantero sea Galletti, estamos en problemas. Si se insiste en convocar a Samuel, que sin embargo estuvo menos desprolijo que lo habitual con la pelota, y si uno de los reemplazados es Gabriel Milito (no parecía ni cansado ni lesionado), el mejor de entre los argentinos, y además se lo manda a Zanetti a jugar con la cancha al revés, no es difícil prever que, independientemente del resultado, la Selección iba a estar bastante lejos de la posibilidad de jugar razonablemente bien.
La receta “de apuro”, tan en boga por estos tiempos por parte de los “precaucionistas”, de agregar uno o dos delanteros, al solitario de la formación inicial –Galletti en este caso–, cuando el resultado no resulta, tampoco resultó. ¿Por qué no Figueroa y Tevez para acompañarlo de entrada? Duscher no aportó demasiado, el Kily González estuvo desconocido, como extrañando la alternativa ofensiva que, no tanto tiempo atrás, se daba cuando con Juampi Sorin o Clemente Rodríguez se asociaban por la izquierda para provocar y ofender. Claro que con las limitaciones técnicas y las lecturas futboleras equivocadas de Samuel no es lo mismo que con Sorin o Rodríguez. Y Coloccini y Cambiasso haciendo lo que podían.
De lo peor de la Selección en los últimos tiempos. Y córtenla con la altura y el referí...