La falta de los partidos que definían el torneo transformó el clásico en el partido de la fecha, aunque no se jugaba nada y el domingo fue uno muy distinto. Farías abrió el marcador para River, igualó Villanueva.
El partido no fue, después de todo, tan malo: hubo unas cuantas situaciones de gol, dos conquistas, cierto entusiasmo. Pero las circunstancias de su realización, su traslado automático de lunes a domingo dependiendo de los resultados de otros, su dimensión de gran clásico (en efecto, el clásico más antiguo del fútbol argentino) devaluado por la situación de no tener el más mínimo efecto sobre el campeonato lo pintaron mejor que nada. El de Racing y River fue un clásico sin mucha importancia en un domingo sin trascendencia en el fútbol de Primera, una especie de puesta en escena para que la jornada dominguera pareciera atractiva. Sin los partidos que realmente cautivaban la atención, los encuentros que podían definir el campeonato, este Racing-River se trepó a la marquesina del domingo por la puerta de atrás. Claro que los jugadores no tenían la culpa... y los hinchas tampoco.
Al final se repartieron goles y puntos. River lo tuvo favorable con mayor claridad en la parte inicial, donde sacó la ventaja. Racing reaccionó a partir de la media hora, aprovechando ciertas decisiones equivocadas en el rival (como el cambio de Montenegro por el debutante Gonzalo Higuaín) para terminar imponiendo su voluntad.
Una vez que Farías sacó la ventaja inicial (centro de Domínguez, peinada del delantero al primer palo de Campagnuolo), River se paró para jugar de contraataque y le cedió campo y pelota a su rival.
Entonces Racing asumió el protagonismo del partido y dispuso de varias chances para nivelar el tanteador. Las dos más claras tuvieron al mismo protagonista, el chileno Villanueva, que no logró definir con precisión. En la primera no logró capitalizar un mano a mano y su remate se fue cerca del palo izquierdo de Lux, y en la segunda no supo aprovechar una buena cesión de Sebastián Romero y dentro del área chica no logró definir con certeza.
Jugado a la réplica, el visitante veía en Higuaín el talento más iluminado para generar el juego en el que pudiera sostener su ventaja. Por eso sorprendió que en el segundo tiempo Merlo reemplazará a Higuaín por Montenegro, ya que en los 45 minutos iniciales el enganche juvenil había sido uno de los mejores valores de su equipo. Quiroz, por su parte, mandó a la cancha a Villarreal en lugar de Simeone para darle quite y más juego a su equipo por la izquierda.
Con los dos planteos bien claros, Racing inclinó la cancha hasta que tuvo su premio: Torres inició una jugada en su propio terreno, Capria recibió sin marca por la derecha y tiró el centro bajo que Villanueva, con un remate defectuoso, transformó en el empate.
La última media hora decayó en intensidad y los hinchas se dedicaron a otras preocupaciones. Los de Racing, sobre la posibilidad de que Fernando Marín venda esta semana su parte de Blanquiceleste SA; el casi seguro alejamiento de Angel Morales, que ya no se pondrá la camiseta otra vez o la posible venta de Gustavo Cabral a España o Italia. Los de River, sobre la operación a la que Farías se someterá mañana para que le extraigan un quiste en la rodilla; las chances de Ariel Ortega de regresar al club o los gustos de Reinaldo Merlo para el próximo torneo: Dátolo y Paletta, ambos de Banfield.
El partido era historia y la historia, este domingo, se tomó descanso.
RACING-1
Campagnuolo -6
Cabral -5
D. Crosa -6
Grabinski -6
Romero -7
Simeone-4
Torres -7
Fileppi -4
R. Capria -6
Estévez -5
Villanueva -7
DT: Quiroz | RIVER-1
Lux -7
Alvarez -5
Talamonti -4
L. Fernández -5
F. Domínguez -5
Santana -5
San Martín -5
Zapata -6
Higuaín -6
G. Fernández -7
Farías -5
DT: Merlo |
Estadio: Racing.
Arbitro: Gustavo Bassi.
Goles: 7m, Farías (RP); 60m, Villanueva (RC).
Cambios: 46m, Villarreal (6) por Simeone (RC) y Montenegro (5) por Higuaín (RP); 74m, Mareque por Domínguez (RP); 78m, Mirosevic por Romero (RC); 82m, Oberman por G. Fernández (RP); 84m, Luna por Capria (RC).