FúTBOL › OCHO HISTORIAS PARA RECORDAR EN EL FUTURO
El “nuevo” Himno Nacional, el gol de Cambiasso a los serbios, el llanto de Sorin luego de la eliminación son algunos de los hechos más destacados que vivió el conjunto de Pekerman.
› Por J. J. P.
Desde Berlín
1 HIMNO CON LETRA NUEVA: La ocurrencia partió tímidamente de un grupo de argentinos ubicados en un ángulo, las cabeceras en el primer partido, contra Costa de Marfil: como del Himno Nacional tocaban sólo la introducción, empezaron a tararear y entonces sonaba una cosa medio cultural, anárquica, a gusto del consumidor. En los otros cuatro encuentros que jugó la Selección Nacional se repitió la ceremonia del cantito improvisado, con el agregado de una especie de pogo. No estaría mal que se pida a la FIFA que además de la introducción del Himno pongan el disco del epílogo, así la gente canta “sean eternos los laureles, etc.”, y se entiende algo de lo que se dice.
2 EL HIMNO A LA HOLANDESA: Otra del Himno Nacional. En la mañana del día del partido contra Holanda, en Francfort, una orquesta de plaza de simpáticos y coloridos holandeses recorrió la ciudad ejecutando distintas canciones. En un momento se cruzaron con un nutrido grupo de argentinos que los desafiaron a que tocaran algo de Blas Parera. Los tipos revisaron entre sus partituras y, por supuesto, tenían el Himno y lo tocaron. Terminaron todos a los abrazos.
3 EL GOL DE CAMBIASSO: La imagen perdurará eternamente en el corazón de los argentinos. Un toque, un serbio desacomodado, dos toques, otro serbio desacomodado. Fueron en total 25 pases desde el arranque de la jugada. Fíjese la atención en el último tramo de la jugada: Román se la da a Sorin, Sorin a Román, Román de cachetada a Saviola, Saviola de primera a Cambiasso, Cambiasso de revés a Crespo, Crespo de taco a Cambiasso y Cambiasso como venía a la red. Un golazo, el mejor del Mundial, casi sin ninguna contra. Una obra maestra.
4 EL LLANTO DE SORIN: Media hora antes había terminado el partido con los alemanes. A Juan Pablo Sorin le tocaba patear el quinto penal, pero no pudo porque los alemanes habían ganado antes la definición. En la zona mixta, una especie de pasillo por el que salían los jugadores y de algún modo los comprometía a pararse para hacer declaraciones a los periodistas. Sorin empezó a hablar del orgullo de pertenecer a un grupo que lo había dejado todo, le firmó al colega Vito Amalfitano un autógrafo para un pibe de Mar del Plata enfermo de leucemia, y se puso a llorar como un chico. Como un auténtico jugador amateur.
5 GOL DE BORGHETTI: Riquelme pateó el corner, Borghetti cabeceó en contra de su arco, Crespo puso la pierna pero sin tocar a Borghetti, ni a la pelota, ni nada. Gol. De Borghetti... Pero la FIFA, que de algunas cosas sabe muy poco, se lo dio a Crespo, porque el tipo salió corriendo con el dedito en alto, celebrando. Al otro día, la Comisión Técnica revisó todo, pero decidió mantener a Crespo y quedará que hizo tres goles en el Mundial.
6 ES TUYO, JUAN: Otra imagen inolvidable. Ayala corriendo a dedicarle a Juan Román Riquelme su gol de cabeza contra los alemanes. “Tuyo, tuyo, tuyo”, podía leerse a la distancia en sus labios mientras lo señalaba con el índice derecho. Riquelme le había metido un centro muy preciso apuntándole al central de la Selección en el arranque del segundo tiempo. No alcanzó para ganar. Obsérvese la distancia entre el gesto de Crespo, gritando un gol que no era suyo, y el de Ayala, adjudicándole a un compañero un tanto que él sí había conquistado.
7 MAXI GOL: Iban ocho minutos del alargue del partido contra los mexicanos. Messi, que había entrado un rato antes y jugaba cada pelota como la última, recogió en la mitad de la cancha y, como no podía hacerlo todo, sólo se la dio a Sorin, que cambió de lado hacia la derecha, apuntándole al pecho de Maxi Rodríguez. El jugador del Atlético Madrid, uno de los mejores de Argentina en la Copa del Mundo, bajó la pelota con el pecho y como venía, de zurda, la puso en el segundo palo por arriba de la cabeza del arquero mexicano.
Como expresión individual, un golazo. Para los diarios italianos, el mejor tanto del torneo. Perdurará la secuencia de Maxi pegándole a la pelota y el arquero volando hacia atrás.
8 MESSI: Una de las últimas imágenes de Argentina en el Mundial: algunos jugadores con los brazos en alto saludando a la distancia a los hinchas que habían alentado durante dos horas seguidas; algunos consolándose mutuamente, Pekerman y los demás integrantes del cuerpo técnico saludando uno por uno a los jugadores y Messi solo, en el banco, con la cabeza gacha, perdido en sus pensamientos. Un rato antes, cuando el técnico había decidido la salida de Crespo, todos pensaron que el reemplazante natural era Messi. Empezando por él mismo.
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