Lun 28.08.2006
libero

FúTBOL › HISTORICA E INOLVIDABLE GOLEADA EN EL NUEVO GASOMETRO

Boca, el hijo de una gran siete

A Boca le salieron todas bien; a San Lorenzo le salieron todas mal. Conclusión: un contundente 7 a 1 que exagera la distancia que existe entre ambos equipos. Palermo (3), Palacio (2), Neri Cardozo y Franzoia marcaron los goles que celebraron largamente los pocos hinchas de Boca presentes en el Nuevo Gasómetro.

› Por Ariel Greco

“Hoy acá tiraron una torre gemela.” Mientras esperaba para salir de la cancha, un plateísta de San Lorenzo tiró la frase, exagerada, pero que graficaba a la perfección el sentimiento que tenían los hinchas tras el inolvidable 1-7 que sufrió el equipo de Ruggeri. “Este es el segundo peor día de la historia de San Lorenzo, después del descenso”, decía otro. Excesivo o no, lo cierto es que la goleada que consiguió Boca en el Nuevo Gasómetro quedará en la memoria durante mucho tiempo, teniendo en cuenta que el conjunto de Basile completó una actuación fantástica, coronada con un resultado inusual entre dos grandes.

Los primeros minutos no permitían vislumbrar lo que luego sucedería. Es que San Lorenzo entró dispuesto a llevarse por delante a Boca y, por momentos, lo desbordó, basándose en la presión en la mitad de la cancha. Así provocó un par de bloopers en el fondo visitante, como un cabezazo pifiado de Daniel Díaz, que terminó con el mismo catamarqueño salvando el gol sobre la línea, o un puñetazo al aire de Bobadilla, que también provocó zozobra. Incluso, San Lorenzo tuvo otra ocasión con Adrián González, bien controlada por el arquero.

Pero aun superado en ese pasaje, el líder no mostraba síntomas de intranquilidad. Tardó en acomodarse, pero sus intenciones de toque estaban claras. Y bastó que Gago se afirmara en el campo, para que Boca comenzara a mostrar una circulación de pelota muy prolija, que sí tuvo relación directa con el dominio que más tarde evidenció. Desde los pies del volante central, el equipo de Basile encontró la fórmula para que el resto de los mediocampistas se asociaran en ataque y para que los delanteros entraran en acción. Y por esa vía, empezó a convertir (muchos) goles.

Es cierto que para que el partido tomara el rumbo que finalmente tuvo, mucho influyó la contundencia que mostró Boca. En el primer período generó tres llegadas y convirtió tres goles. En tiempo de mundial de básquet, una efectividad que el entrenador Sergio Hernández envidiaría. Tanto que Saja tenía tres goles en su arco y todavía no había atajado ni una pelota. Y la primera que sacó, también terminó adentro de su valla, ya que dio un rebote que aprovechó Palacio para señalar el cuarto tanto. Con el correr de los minutos, la tendencia se corroboró porque Boca siguió anotando goles en casi cada una de las llegadas que generó.

Por el contrario, San Lorenzo no acertó nunca en los momentos determinantes del juego. No supo aprovechar su cuarto de hora del comienzo y tampoco pudo descontar cuando todavía podía reengancharse en el marcador. Probablemente, muy diferente hubiese sido el panorama si Lavezzi señalaba el 1-3 al minuto del segundo tiempo cuando desperdició un mano a mano ante Bobadilla. Casi en la jugada siguiente, Boca se puso 4-0.

Los rendimientos individuales también marcaron las diferencias que hubo entre ambos equipos. Hirsig, el mejor valor de San Lorenzo, exhibió un nivel más bajo que cualquiera de los jugadores de Boca. Y para encontrar la figura de los de Basile, la pelea es palmo a palmo: Palermo metió tres goles, Palacio hizo dos y participó en otros dos, Gago manejó la mitad de la cancha a puro lujo, Cardozo exhibió un gran ida y vuela y convirtió un golazo, Calvo y Krupoviesa se destacaron por los costados... En definitiva, Boca tuvo una tarde perfecta; y la pagó San Lorenzo.

El primero. Palacio deja en el camino a Saja y define con un zurdazo alto. Parecido, en la definición, al gol de Caniggia contra Brasil en el ’90.

Segundo gol de Boca. Palermo llega antes que Rivero y se arrojará al piso para abrochar una buena jugada de la que participaron Marino y Palacio.

El cuarto. Saja, caído, no pudo frenar la pelota y le permitió a Palacio, agachado, empujarla a la red. Completan la escena Daniel Díaz y Silvera.

Neri Cardozo ya sacó el derechazo, después de una excelente corrida y la pelota viaja hacia al red. Fue el quinto de Boca. Saja reaccionó tarde.

Fin de fiesta. El séptimo gol de Boca. Palermo, con un cabezazo, luego de una gran jugada de equipo. Bottinelli llega tarde. Saja la ve pasar.



Estadio: San Lorenzo.

Arbitro: Gabriel Favale.

Goles: 22m Palacio (B); 26m y 32m Palermo (B); 48m Palacio (B); 53m Cardozo (B); 60m Hirsig (SL); 85m Franzoia (B); 87m Palermo (B).

Cambios: 19m Acevedo (4) por A. González (SL); 45m Silvera (4) por Acevedo (SL); 65m Dátolo (6) por Cardozo (B); 67m D. Bottinelli por Jiménez (SL), 81m Franzoia por Marino (B); 84m Delgado por Palacio (B).

Incidencias: 79m expulsado Méndez (SL).

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