Lun 17.12.2007
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FúTBOL › DE BOCA AL MILAN, DE KAKA A RIQUELME, DE DIDA A CARANTA

Diez claves para preguntas que quedaron picando

Se puede hablar de justicia, de fortuna, de actitudes, de responsabilidades y de influencias varias. El partido entre Boca y el Milan, que tuvo dos etapas muy diferentes, dejó mucha tela para cortar.

1 ¿Fue justo el resultado?

En el balance, Milan se quedó con justicia con la victoria. Tras un primer tiempo parejo, con una mejor impresión por parte de Boca, el equipo italiano consolidó el triunfo con un gran segunda mitad, en la que marcó diferencias claras. Apoyado en la solidez de su arquero, contó con tres pilares fundamentales en los que construyó el triunfo: Kaká fue el jugador más desequilibrante de la cancha, con un gol, dos asistencias y un cambio de ritmo casi imparable. Seedorf fue el socio ideal, con una movilidad asombrosa para no ser referencia para los defensores. E Inzaghi mostró que es un delantero letal en el área, con dos apariciones goleadoras que abrieron y cerraron la cuenta para el conjunto italiano.

2 ¿Boca cumplió un buen papel?

De acuerdo com lo que venía mostrando el equipo de Russo, el de ayer fue uno de sus mejores partidos. Ante un rival jerarquizado, jugó de igual a igual durante más de sesenta minutos, e incluso fue superior durante buena parte de la primera mitad. El golpe anímico que significó el tercer gol justo después de haberse perdido el empate resultó una carga demasiado pesada para poder remontarla. Allí se desdibujó durante un ratito, en el que pudo perder por goleada. No hubiese sido justo, por lo que el descuento de Ambrosini, en contra, decoró bien el marcador.

3 ¿Boca tuvo mala suerte?

El equipo de Russo no perdió por eso, pero esta vez la suerte no lo acompañó. Cuando todavía no lo merecía, Milan se puso dos veces en ventaja en jugadas afortunadas. En la primera, a Kaká le quedó el rebote de una pelota que ya había perdido y pudo habilitar a Inzaghi para que marcara el tanto. En la segunda, el despeje del tiro libre de Seedorf le cayó a Nesta, que resolvió rápido para anotar el segundo gol. Luego, Boca pudo volver a empatar, pero el derechazo de Ibarra se estrelló en el palo derecho de Dida y Palermo quedó desacomodado para capturar el rebote. En otros tiempos, con el celular de Bianchi activado, jugadas de ese estilo tenían otro desenlace.

4 ¿Con Riquelme hubiese sido otra historia?

Es incomprobable, pero es factible que hubiese tenido más chances de ganar. Sin embargo, lo que podría haber aportado Riquelme no fue el mayor déficit de Boca. El equipo de Russo no falló en generar peligro frente al arco rival, e incluso llegó mucho más que en las finales anteriores contra el mismo Milan o el Bayern Munich. También es cierto que con su conductor hubiese tenido mayor control de pelota en el segundo tiempo, los delanteros, sobre todo Palermo, hubiesen sido mejor asistidos y con la pelota parada, las chances hubiesen sido más importantes, como el remate en el borde del área que Morel Rodríguez dilapidó.

5 ¿Los arqueros fueron claves?

Contrariamente a lo que se podía suponer, la tarea de Dida resultó mucho más trascendente que la de Caranta. El arquero de Milan fue muy sólido a lo largo de todo el encuentro, sin dar rebote ante varios envíos de larga distancia de Boca. Y salvo en un centro en el comienzo, siempre resolvió con solvencia en el juego aéreo. Del otro lado, Caranta, casi sin haber tocado la pelota, no tuvo nada que hacer en los dos primeros goles, pero no respondió bien ante un remate no muy fuerte ni esquinado de Kaká en el tercer tanto. Recién pudo lucirse con un mano a mano ante el brasileño, ya con el partido definido.

6 ¿Fue un error no haberle hecho marca personal a Kaká?

Ninguno de los jugadores de Boca siente esa función y tampoco nadie garantiza que esa táctica invalide a un jugador tan talentoso como el brasileño. De hecho, en el tercer gol Kaká anotó luego de dejar en el camino a Maidana, que lo estuvo marcando cara a cara durante treinta metros, y en el primero habilitó a Inzaghi, cuando ya parecía que la defensa de Boca lo había neutralizado. Además, no es que Boca le haya regalado espacios, fue el propio Kaká el que se los generó con su cambio de ritmo.

7 ¿Influyó el estado físico?

Por más que el plantel del Milan tiene cinco años más de promedio que Boca y que había jugado un día después, el conjunto de Carlo Ancelotti lució mucho más entero físicamente. Para ello influyó que Boca hizo un gran desgaste en la primera parte, mientras que dio la sensación de que los italianos regularon más sus fuerzas. Además, con ese agotamiento encima, el equipo de Russo debió ir a buscar muy rápido la igualdad en la segunda parte, con lo que entregó espacios que terminaron de derrumbar a sus volantes, obligados a desarrollar un recorrido muy largo.

8 ¿Hubo jugadores que mostraron jerarquía internacional?

Ibarra, Banega y Palacio dejaron en claro su categoría. El lateral mostró su mejor versión, con su manejo impecable, su visión de juego y hasta la pegada, con la que estuvo a punto de igualar el partido 2-2. El volante exhibió su claridad, se desprendió de la pelota con inteligencia y generó espacios con su gambeta. El delantero fue fundamental con su velocidad para inquietar todo el tiempo al fondo de Milan, anotó un gol de cabeza y desbordó con acierto. El resto, en mayor o menor medida, cumplió dentro de lo que se podía esperar.

9 ¿Qué responsabilidad le cabe a Russo en la derrota?

Si lo que se discute es su continuidad, este partido no debería ser parámetro para esa decisión. El encuentro ante Milan estuvo bien planteado, los cambios eran casi cantados, de jugadores que habían bajado su rendimiento, y en el banco no tenía mucho más recambio. Si los dirigentes de Boca evalúan que no debe seguir, seguramente será por lo que (no) hizo en el torneo local.

10 ¿El árbitro influyó?

Milan no ganó por el mexicano Marco Rodríguez, ya que su incidencia fue menor. Quedó una duda grande por el offside que le pitó a Palacio en una jugada que terminó en gol en el final del primer tiempo, que la televisión japonesa no repitió. La expulsión de Ledesma pareció exagerada, aunque el partido a esa altura estaba resuelto. Un rato antes había echado bien a Kaladze por una plancha a Gracián.

Producción: Ariel Greco y Juan José Panno.


Estadio: Internacional (Yokohama).

Arbitro: Marco Rodríguez (México).

Goles: 20m y 70m, Inzaghi (M); 22m Palacio (B); 49m Nesta (M); 61m Kaká (M); 84m Ambrosini (M), en contra.

Cambios: 64m Emerson por Gattuso (M); 66m Ledesma por A. González (B), 67m Gracián por Cardozo (B); 75m Cafú por Inzaghi (M); 85m Brocchi por Seedorf (M).

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