Boca se fue muy contento de San Juan. Con una producción que con el correr de los minutos se fue solidificando cada vez más, derrotó 2-0 a San Martín con dos goles de Martín Palermo y quedó como escolta de Vélez y Estudiantes, junto a River. Los sanjuaninos, que jugaron de igual a igual durante una hora, terminaron con diez por la expulsión de Alejandro Gómez.

Para contrarrestar la jerarquía de Boca, San Martín le opuso mucho empuje y ganas. Con esa premisa le alcanzó para emparejar el desarrollo, aunque las individualidades del visitante le alcanzaron para ponerse en ventaja. Paletta rechazó largo y Palacio, de vivo, le ganó en el salto a Frontini y cedió de cabeza para Palermo, que no dudó y sacó un derechazo al primer palo que sorprendió. Como para que la firma Puma vaya preparando el sorteo de los 180 botines de la promoción, ya que el goleador llegó con este tanto a los 178 en Boca.

Lo cierto es que el tanto no cambió los planes de los equipos. Los sanjuaninos continuaron con su idea de buscar a Tonelotto por arriba y con la búsqueda de sorprender con remates desde afuera. Y con esas dos fórmulas pudieron llegar al empate, pero el cabezazo franco del goleador se fue cerquita y un remate bárbaro de Décima se estrelló en el travesaño. Del otro lado, lo de Boca era sencillo y clásico. Con Riquelme manejaba bien la pelota y con Palacio encontraba desborde y profundidad. Y también, con sus armas, tuvo muy buenas ocasiones para aumentar la diferencia. Sin embargo, dos muy buenas intervenciones de Medrán se lo impidieron. Primero, en una jugada muy similar al gol, el arquero le sacó el derechazo alto a Palermo. Y más tarde, Palacio, mano a mano, fue el que no pudo someter al ex guardavalla de Boca.

Entre las ganas de San Martín y el mejor juego del equipo de Ischia, el encuentro se tornó muy entretenido. Es que, más allá del dominio visitante, su defensa no se mostraba sólida y, por eso, la figura de Caranta se acrecentó, sobre todo al taparles abajo una media vuelta a Tonelotto y un tiro a media altura de Herrera.

Pero, a medida que transcurrían los minutos, Boca empezó a controlar todo, en especial a partir de la expulsión de Gómez. Battaglia y Vargas se adueñaron de la mitad de la cancha y Riquelme manejó la pelota con su criterio habitual. Entonces resultó lógico que las situaciones de peligro frente al arco de Medrán se sucedieran. Sin embargo, la impericia para definir del equipo de Ischia mantuvo el suspenso en el marcador. Riquelme, Palacio, Palermo, Cardozo y hasta Battaglia dilapidaron chances claras. Pero, por más que dominaba, el resultado no estaba seguro. Hasta que Palermo recibió en el borde del área un buen pase de Vargas y sacó un remate fuerte que dejó sin chances al arquero. Partido resuelto y apenas un gol para llegar a los famosos 180. Además, para ponerle un condimento extra: el próximo rival de Boca será Gimnasia...