Para Gimnasia fueron dos puntos perdidos. Para Huracán, que jugó casi una hora con diez hombres por la expulsión de Eduardo Domínguez, pareció un punto ganado, pero sus jugadores lo vivieron como si fueran, también, dos perdidos. Para los hinchas de ambos equipos, que llegaron ilusionados y se fueron sin gritar un gol, fue una tarde perdida.

El primer tiempo tuvo un desarrollo muy pobre, donde ninguno de los dos equipos logró imponer su juego. Un cabezazo de Civelli, para Gimnasia, y un tiro libre de Eduardo Domínguez, para Huracán, fue lo más peligroso que generó cada equipo cerca del arco rival.

Si bien el conjunto que dirige Claudio Ubeda fue un poco más prolijo en el manejo de la pelota a través de Hugo Barrientos, la expulsión de Domínguez por doble amarilla lo perjudicó.

Gimnasia levantó su nivel en el segundo tiempo, para lo que fue clave el ingreso de Antonio Piergüidi. Creó cuatro chances de gol, pero chocó –como Boca una semana atrás– contra la seguridad de Marcelo Barovero. Ese hombre de menos inquietó a Huracán, que terminó más ocupado en defender el cero que por generar peligro en el arco rival. La cosecha del equipo de Parque de los Patricios, prevista en 50 unidades al comienzo de la temporada, ya llegó a 40 puntos, y por lo tanto la igualdad no terminó siendo un mal negocio.

El empate, en definitiva, fue el resultado más justo, porque el conjunto platense careció de fútbol e ideas para superar a su rival y el equipo visitante supo conservar, sin replegarse, un resultado favorable.

Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Alejandro Sabino.

Cambios: Piergüidi (6) por Alderete (G); 60m, Sánchez Prette (6) por Mendoza (H); 62m, Leal por Quinteros (G); 77m, Fredrich por Villar (G); 87m, Barijho por Nieto (H).

Incidencia: 41m, expulsado Eduardo Domínguez (H).