Al final del partido que disputaron Vélez y Boca ayer en Liniers todos coincidieron en que el resultado, un empate 1-1, no les sirvió a ninguno de los dos, porque a tres fechas de la finalización del torneo local los bajó de la lucha por el título, que ahora tiene como candidatos exclusivos a Estudiantes y a River. El equipo que dirige Hugo Tocalli se puso en ventaja sobre el arranque del segundo tiempo con un golazo de Damián Escudero; y el conjunto de Carlos Ischia que, metido de lleno en las semifinales de la Copa Libertadores, volvió a jugar con una formación alternativa, encontró la igualdad sobre el final con un cabezazo de Lucas Viatri.

Sólo en el comienzo, o –si se es generoso– en la primera media hora de juego, Boca mereció más de lo que obtuvo finalmente. En ese lapso, el equipo alternativo de Ischia dominó a su antojo y generó seis situaciones claras de gol, que no prosperaron por la buena labor del arquero Germán Montoya. El delantero Pablo Mouche se lucía y obligaba, Boca era rápido y tocaba la pelota criteriosamente, hasta que, al igual que Mouche, se desinfló y no volvió nunca más a lo que había sido su mejor forma.

Damián Escudero, hábil y rápido como ningún otro jugador en la cancha, apareció de pronto y, con el aporte de Lima y de Ríos en el mediocampo, Vélez cambió su imagen por completo. Comenzó a arrinconar a Boca contra su campo y entonces la atención se centró en el buen trabajo de la dupla de centrales de Boca, Facundo Roncaglia y Juan Forlín, quienes se lucieron contrarrestando los embates del equipo local. Seis también fueron las chances de los hombres de Tocalli, tres de las cuales llegaron suaves a las manos del arquero Pablo Migliore.

Los goles quedaron para el segundo tiempo. Y fue Vélez el que abrió la cuenta, a los 55 minutos, con una gran jugada de Escudero. El volante tomó la pelota en el mediocampo y con habilidad dejó en el camino al colombiano Fabián Vargas y a Pablo Ledesma, encarando al área donde lo esperaba Roncaglia. Ante el defensor quebró la cintura, se tiró sobre la izquierda y sacó un zurdazo perfecto, arriba, al primer palo, que no tuvo respuesta de Migliore para poner el trámite 1-0. Escudero aprovechó que Boca había sumado a la línea de volantes a Hugo Ibarra, que volvió y pudo jugar los 90 minutos, y defendía con sólo tres hombres.

La elección de Vélez tras el gol no pareció ser una buena idea. Tocalli reubicó a sus jugadores y los paró como para defender la ventaja y, acaso, liquidar el partido en alguna jugada de contraataque. Boca se le fue encima y pudo haberlo empatado con dos cabezazos de Forlín, pero el primero pegó en el travesaño y en el segundo terminó salvando Lima sobre la línea. Después Ischia movió las piezas y dispuso el ingreso de Ricardo Noir, el salvador de la tarde frente a Racing, y del postergado Neri Cardozo. Gracián y Boselli seguían en la cancha, pero jugaban cada vez peor. Entonces Ischia ordenó el ingreso del delantero Viatri por Gracián –-para no quemar del todo a Boselli– y fue el pibe el que en una jugada de tiro de esquina, ejecutada por Noir, cabeceó bombeado y cruzado desde el segundo palo y consiguió la igualdad que terminó de bajar a Vélez y de meter toda la energía de Boca en la Copa Libertadores.

Estadio: Vélez.

Arbitro: Gabriel Favale.

Goles: 55m Escudero (V), 85m Viatri (B).

Cambios: 61m Cardozo por González y Noir por Mouche (B), 64m Sena por Guzmán (V), 77m Coria por Cristaldo (V), 80m Viatri por Gracián (B), 87m Ocampo por Ríos (V).