Lunes, 1 de septiembre de 2008 | Hoy
FúTBOL › CERO GOL Y CERO FúTBOL EN UN CLáSICO DESTEñIDO, JUGADO ANTE UNA MULTITUD EN EL MONUMENTAL
River y San Lorenzo empataron, como en aquella noche tremenda de la Copa Libertadores. Y como aquella vez, a San Lorenzo le echaron a dos jugadores. Pero el partido no fue electrizante ni dramático ni nada de eso. Fue un plomo. Nada a nada.
Por Adrián De Benedictis
El escenario que diseñaron ayer River y San Lorenzo no agregó ningún factor determinante a la historia particular que, a esta altura, los dos vivieron en lo que va de 2008. Los argumentos que exhibieron no tuvieron la consistencia necesaria para que pudieran describir un capítulo decisivo de esta historia. Y la igualdad sin goles en el estadio Monumental los dejó tapados por un telón demasiado oscuro para la recta final. Así, los actores principales pasarán a ser de reparto rápidamente.
Primer acto: Diego Simeone destacó el sábado último, en una nota publicada en Clarín, que su objetivo en el fútbol es ganar antes que jugar “lindo”. “Al que gana le dan tres puntos; y al que juega lindo, nada”, explicó. Además, el conductor del campeón remarcó que prefiere no utilizar un enlace clásico en sus equipos. Por el lado de San Lorenzo, el técnico Miguel Russo se desesperó cuando se alejó Andrés D’Alessandro, y comenzó la búsqueda de un hombre que pudiera ordenar la parte ofensiva del plantel. A la llegada de Barrientos ahora se sumó Santiago Solari, como para darle una identidad definida a lo que pretende.
Segundo acto: River arribaba ayer luego de una actuación muy deslucida ante Banfield, pero contaba con el aliciente del regreso de Buonanotte (ver aparte) desde Beijing. Sin embargo, no le alcanzó para revertir la situación, y su rendimiento continuó vacío de criterio y repleto de interrogantes. Por momentos, algunos jugadores perdieron la ubicación en la cancha, y el conjunto no encuentra respuestas colectivas para inquietar al rival. El local remató al arco por primera vez a los 32 minutos del primer tiempo, como para sintetizar cómo es su actualidad.
Tercer acto: San Lorenzo tampoco hace un culto al deslumbramiento. La goleada ante Estudiantes pareció haber quedado muy lejos en el tiempo, y su irregularidad es un obstáculo importante que posee. El equipo generó apenas dos acciones de riesgo durante la primera parte: en la primera, Adrián González le erró a la pelota desde la puerta del área, y en la más clara Barrientos cabeceó al lado del palo un envío de Bergessio desde la derecha. El visitante había manejado mejor la pelota, pero no tuvo profundidad en sus intentos.
Cuarto acto: River acumuló gente en ataque en el segundo tiempo, pero la falta de inteligencia para aprovecharla fue creciendo en la misma proporción. Un cabezazo de Abelairas y otro de Falcao fue lo más relevante. Este nivel hizo que obtuviera un triunfo en cuatro encuentros...
Quinto acto: con su adversario en problemas, San Lorenzo no se animó a quedarse con la victoria, y lentamente se fue retrasando en el campo. Un tiro de Bergessio, que exigió a Ojeda, y una media vuelta de Romeo fue lo único que ofreció en la segunda mitad. Es poco para un equipo que pretende quedarse con el campeonato...
Final: el duelo histórico de la Libertadores en mayo último tuvo su homenaje. San Lorenzo se quedó con nueve hombres por las expulsiones de Voboril (estuvo 12 minutos en la cancha) y Méndez (patada de karate sobre Falcao, quien lo lesionó aquel día), pero la hazaña no estuvo cerca en ningún momento. Los dos hicieron todo lo posible para que el desenlace de esta ficción fuera el menos esperado.
Estadio: River.
Arbitro: Diego Abal.
Cambios: 59m Ríos (4) por Salcedo (R); 67m A. Fernández por Barrado (R); 74m Rosales por Ferrari (R); 76m Voboril por Barrientos (SL); 78m Hirsig por Ledesma (SL); 80m Menseguez por Romeo (SL).
Incidencias: 88m expulsado Voboril (SL); 90m expulsado Méndez (SL).
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