FúTBOL › A TRES SEMANAS DEL (HIPOTéTICO) INICIO DEL APERTURA, EL ANáLISIS DEPORTIVO DE LO QUE ESTá POR VENIR
No es casual que Vélez, Lanús y Estudiantes, el trío de clubes con menos dificultades económicas, tengan armados equipos sólidos. Boca golpeó un mercado anémico y se suma a los candidatos. Lo de River, con Ortega y Gallardo, es una incógnita.
› Por Daniel Guiñazú
Es aventurado empezar a hacer vaticinios sobre lo que puede llegar a pasar en el próximo torneo Apertura. Faltan tres semanas para el comienzo, la mayoría de los equipos se está reforzando como –y con lo que– puede, y además sobrevuela la posibilidad de una postergación de la primera fecha si es que antes los equipos inhibidos (River, Racing, Independiente, Huracán, Central, Newell’s, Chacarita y Atlético Tucumán) no saldan los contratos caídos de la temporada 2008/2009 o presentan un plan de pagos sustentable.
De todos modos se pueden ir haciendo algunas aproximaciones como para ir matando la ansiedad de la espera. Y en tal sentido, ya hay un cuarteto al que se lo puede rotular como candidatos. Boca, porque se ha reforzado convenientemente con Federico Insúa y el chileno Gary Medel, y con Alfio Basile dispuesto a repetir su primera experiencia exitosa como técnico, y Vélez, Estudiantes y Lanús, porque han conservado la base de aquellos equipos que salieron campeones y/o pelearon el título en el primer semestre, parecen estar, hoy, un paso por delante del resto de los equipos.
Boca tendrá que ir por todo para borrar su desalentadora primera mitad del año. Todo es, en este caso, ganar el torneo Apertura y avanzar lo más posible en la Copa Sudamericana. La apuesta máxima de Basile es repetir aquella proeza de 2005 cuando se impuso en las dos competencias. Pero la prioridad deberá ponerse en la competencia local por una razón de peso: Boca guarda pocos puntos, producto de su paupérrima campaña en el Clausura y precisa engrosar la cuenta para meterse en la Copa Libertadores de 2010. Hoy no lo está consiguiendo y es en ese punto donde deberá concentrar sus energías.
El objetivo es posible. Pero Basile antes tendrá que recuperar el nivel de aquellas individualidades que tan bajo volaron en el primer tramo de 2009 y volver a juntar los pedazos rotos de un vestuario que voló por los aires. Si lo consigue, si además arma con Riquelme e Insúa un tándem futbolero que reúna la cerebración de uno y la explosión del otro, si encuentra en Pablo Mouche el reemplazante perfecto de Rodrigo Palacio y el abastecedor de juego que Martín Palermo necesita, Boca podrá obsequiarse otro fin de año para el recuerdo. Si no, no habrá pretexto que pueda justificar la decepción.
Lo bueno de Vélez, Estudiantes y Lanús es que todo está como era entonces. No han desarmado nada de lo que tan buen resultado les ha dado en el primer semestre. El desafío que Ricardo Gareca, Alejandro Sabella y Luis Zubeldía tienen por delante es que sus equipos no se les vayan de punto. Vélez y Lanús tienen que jugar la Copa Sudamericana y ese desgaste puede llegar a desenfocarlos. Estudiantes no la disputará y el Apertura será un banco de pruebas inmejorable de cara a su gran meta: el Mundial de Clubes en Arabia Saudita y la hipotética final ante Barcelona, aunque en La Plata avisaron que también irán por el título local.
River convoca a su historia para reverdecer. Ante la falta de fondos frescos para conseguir refuerzos y un plantel que es casi el mismo de la pésima temporada anterior, el cuarto ciclo de Ariel Ortega con la banda roja y la puesta a punto del físico de Marcelo Gallardo son las cartas millonarias para quitarse las penas. Ninguno volverá a ser el mismo que ya fue. Pero acaso sirvan los pantallazos de sus antiguos esplendores para reubicar al equipo en el lote de los punteros. Habrá que ver si eso alcanza para reconstruir la esperanza en Núñez.
Y también habrá que ver cómo hace Angel Cappa para reemplazar en Huracán el talento emigrado de Javier Pastore. Fue a buscar a Europa chicos argentinos Sub-20 para foguearlos en Parque Patricios. La apuesta es arriesgada. Si resulta, y Lucas Trecarichi (18 años), Federico Laurito (19) y Germán Pacheco (18) demuestran por qué el fútbol europeo se fijó tan temprano en ellos, el Globo, que pudo retener a Mario Bolatti y a Matías Defederico, volverá a jugar el fútbol que tanto enamoró y emocionó.
Las complicaciones económicas de San Lorenzo ponen en duda sus chances para afrontar con éxito el Apertura y la Sudamericana. Varios jugadores clave se marcharon, hasta aquí sólo desembarcaron Pablo Migliore y Cristian Leiva, y Diego Simeone exige bastante más para poder armar el equipo que pretende, aunque la billetera gorda de Marcelo Tinelli puede cambiar el panorama en cualquier momento.
De Racing y de Caruso Lombardi sólo habrá que esperar más de lo mismo. Ya lo dijo el DT: la Academia no cambiará su manera de jugar. O sea, la consigna será la de siempre: seguir sacando puntos a como dé lugar para robustecer el promedio, más allá de los refuerzos de segunda selección que han llegado a Avellaneda.
Por último, en Independiente, Américo Gallego la tiene más complicada. Se fueron más de 20 jugadores, llegaron apenas dos (Luciano Vella y Walter Acevedo) y con los pibes tratará de mejorar la impresentable campaña 2008/2009. Deberá apurar el paso. No le sobra promedio y si no encuentra resultados rápidos, los rojos podrían llegar a pelear el descenso por primera vez en su centenaria y gloriosa historia.
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