El balón cayó en el área de un saque lateral, el defensor paraguayo de Gimnasia, Rubén Maldonado, rechazó mal y la pelota fue hacia Diego Galván, quien la bajó con su brazo izquierdo, para sacar un remate preciso de derecha, que se transformó en gol. Un gol ilegítimo, conseguido a seis minutos del final del partido, que fue convalidado por el árbitro Patricio Loustau y que le permitió a Arsenal vencer a Gimnasia en Sarandí.

“Sin dudas, se necesita algo extrafutbolístico para poder ganar en cancha de Arsenal”, se lamentó el técnico de Gimnasia, Leonardo Madelón. “A mí no me gusta hablar mucho, pero el árbitro Loustau hizo bien su trabajo. El vino a hacer su trabajo y lo hizo bien”, declaró, polémico. “No merecíamos perder, ya que mostramos mayor ambición a lo largo de los 90 minutos.”

Maldonado explicó lo sucedido: “Cuando nos dirigimos al árbitro y le dijimos que Galván había acomodado el balón con la mano, nos contestó que no la vio. Es una lástima que con ese gol hayamos perdido, porque estamos peleando para no descender y, pese a que falta mucho para terminar la temporada, duele perder así”, señaló.

En el camarín de Arsenal, sus jugadores reconocieron que Galván acomodó la pelota con la mano. “Son esas jugadas que a veces te favorecen y en otras te perjudican”, dijo Franco Jara.

En líneas generales, el partido fue sumamente mediocre, ya que ambos equipos carecieron de jugadores que pudieran marcar la diferencia, pues apenas cuatro situaciones se contabilizaron a lo largo de los 90 minutos, de las cuales dos fueron para Arsenal y dos para Gimnasia. Sin embargo, la avivada de Galván le permitió al equipo local quedarse con una victoria inmerecida y por la que había hecho muy poco.

Estadio: Arsenal.

Arbitro: Patricio Loustau.

Gol: 39m, Galván (A).

Cambios: 61m, Martinena (6) por Stracqualursi (G); 62m, López por Matos y Galván por Espínola (A); 68m, Neira por Cuevas (G) y Poggi por Pérez (A); 81m, Ereros por Vizcarra (G).