Cuando la incertidumbre por el futuro comenzaba a envolver a todo Boca, el equipo renació con una goleada para tratar de despejar el panorama y comenzar a vislumbrar algo diferente. Pero, curiosamente, este triunfo no se construyó con la búsqueda única de su goleador, Martín Palermo, como él lo había reclamado en los días previos, sino que llegó por los medios que más seducen a su conductor Alfio Basile: el juego asociado. A partir de ahí, la inclusión de tres delanteros le dio mayores variantes ofensivas y las armas necesarias para superar a Gimnasia, que cuando sale de La Plata parece perder la brújula.

Si bien Palermo no convirtió ayer ninguno de los cuatro goles, intervino activamente en dos de ellos, y participó mucho del circuito retrasándose unos metros. El delantero se fastidió un poco en el primer tiempo debido a que no podía recibir la pelota con claridad, pero en la segunda parte no se desesperó y tuvo apariciones clave. En la primera desvió con la cabeza un envío desde la izquierda, y la pelota le quedó justo a Insúa para marcar el tercer gol con un toque suave. Más tarde, Palermo habilitó a Gaitán tocando la pelota con la cara externa de su botín izquierdo, y el juvenil marcó el cuarto gol con una tijera que descolocó a Sessa.

Otro que también fue fundamental para que el ataque de Boca fuera fluido en todos los sectores resultó ser Federico Insúa. El volante recuperó parte de su verdadero nivel adueñándose de la pelota y organizando cada avance de su equipo. Además, el ex Independiente marcó otro gol decisivo al final del primer tiempo, con un remate de zurda para colocar la pelota al lado del palo. En esa acción, Insúa llegó por la izquierda, sin marca, y le dio al arco desde afuera del área.

El partido se simplificó para Boca a los 16 minutos, cuando el chileno Medel puso la primera ventaja también con un derechazo antes de ingresar al área, luego de que Gaitán le bajara la pelota con un toque corto. Boca pudo haber aumentado la diferencia, pero Sessa apareció para evitarlo.

De esta manera, el equipo dejó atrás voces acusadoras entre sus propios protagonistas, y los goles sirvieron para volver a resurgir. El final del campeonato determinará si esto se termina de confirmar, o si queda sólo como un buen recuerdo.

Estadio: Boca.

Arbitro: Carlos Maglio.

Goles: 16m, Medel (B); 43m y 67m, Insúa (B); 82m, Gaitán (B).

Cambios: 45m, Pérez (4) por Martinena (G); 60m, Cuevas (5) por Ormeño (G); 65m, Neira por González (G); 71m, Erbes por Mouche (B); 78m, Monzón por Medel (B); 83m, Viatri por Palermo (B).