En un acto tan protocolar como testimonial que tuvo escasa difusión pública, el miércoles pasado, Gabriel Mariotto, el coordinador del Programa Fútbol para Todos, intentó materializar literalmente el enunciado del nuevo orden televisivo. Le comunicó por carta al director ejecutivo de la Asociación Telerradiodifusoras Argentinas (ATA), Carlos Molinero, que se encontraban disponibles las imágenes de los diez partidos de Primera División para ser transmitidas por los canales públicos y privados de TV abierta. En el escrito, de poco más de una carilla, el funcionario anunciaba que los interesados en aceptar la propuesta podían firmar un “Acuerdo de retransmisión de contenidos” generados por el propio Programa. La respuesta a semejante invitación habría sido una negativa mayoritaria de los operadores y la indiferencia de ATA ante la propuesta del Estado, que decía en un punto clave: “Téngase presente que la retransmisión del contenido del Programa Fútbol para Todos deberá ser efectuada desde el comienzo de la transmisión del mismo y hasta su finalización, respetando el audio, publicidad y sin realizar agregados de ninguna naturaleza”. Dentro de este marco, la primera jornada del Clausura se vio por Canal 7 (siete encuentros), por Canal 9 (dos partidos) y por América 24 (un juego).

La medida de generalizar la oferta de fútbol gratuito fue presentada junto a un ejemplar del acuerdo en blanco, por si las emisoras eventualmente interesadas en emitir los encuentros deseaban completarlo y rubricarlo. El objeto del contrato señala que es “la determinación de las pautas a las que deberá ajustarse la empresa para retransmitir en vivo y directo los contenidos generados por el Programa Fútbol para Todos”. La principal condición es que las transmisiones, de principio a fin, no pueden sufrir alteraciones, ni añadidos de avisos comerciales en audio o imágenes.

Asimismo, el contrato de cuatro carillas les impide a los canales “el derecho a manufacturar, distribuir o comercializar imágenes de la señal generada por el Programa”, como tampoco ponerlas “a disposición de terceros en ningún medio”, ni autoriza “la reventa, licencia o cualquier otra transferencia o distribución de imágenes...”. La AFA se aseguró unos 600 millones de pesos, de los que ya fueron pagados 100 al contado y el resto en diez cuotas consecutivas de 50 millones hasta junio de 2010, de manera que está ajena al conflicto que se intuye entre el Estado y ATA, y en el que Mariotto intentó un acercamiento con su propuesta.

El convenio de retransmisión ofrecido a la entidad donde influye decididamente el Grupo Clarín dice que “en caso de incumplimiento por parte de la empresa, el programa puede rescindir el presente acuerdo. Dicha rescisión tendrá efecto en cuanto se comunique a la empresa y ésta deberá, de forma inmediata, cesar el uso del contenido en cualquier soporte y de cualquier forma, destruir o eliminar todas las copias del contenido”.

En una provincia como La Pampa, la idea del Programa Fútbol para Todos, pergeñada por la Jefatura de Gabinete de Ministros y la AFA, fue recibida con simpatía. Canal 7, que televisó siete de los diez partidos de esta fecha, sólo podía seguirse por Cablevisión, el principal operador del cable y en ocasiones por el Canal 3, que es público, según informó El Diario de La Pampa. Otro tanto sucede en más provincias donde la televisión pública se ve únicamente por el cable.

“El contrato entre la AFA y la Jefatura de Gabinete dice claramente que los partidos son gratis para la televisión abierta. Claro que 7 millones de hogares, el 70 por ciento de la Argentina, tiene televisión paga y la TV abierta va por la primera. Hay una ley que así lo señala”, afirma Horacio Gennari, uno de los integrantes del Comité Coordinador de Gestión del Programa Fútbol para Todos en representación de la AFA. Los dos restantes son Alejandro Marón, el ex presidente de Lanús, y Angel Borthwick.

La gratuidad, sin embargo, no le impidió a Mariotto anunciarles a los miembros de ATA que las transmisiones deberían respetar el audio, la publicidad y prescindir de cualquier tipo de agregados. Un hombre de medios, de los que se quedaron afuera del negocio cuando la AFA rescindió el contrato que la unía a TSC hasta 2014, le señaló a este diario que la iniciativa del funcionario había sido “una hábil maniobra para canalizar la publicidad oficial por la mayor cantidad de canales abiertos”. Y hasta sugirió que el rechazo a aceptarla tenía que ver con la ruptura del vínculo que la Asociación decidió concretar el 11 de agosto pasado.

Lo demás es historia conocida. Nueve días más tarde, el 20 de agosto, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y el presidente de la AFA, Julio Grondona, le ponían la firma al contrato de nuevo tipo cuya vigencia llega hasta agosto de 2019. Un acuerdo contra el que amenazaron con juicios los empresarios privados que eran socios del fútbol y salieron dañados. Por eso sospechan que los beneficios de la propuesta de Mariotto para retransmitir los partidos, más que beneficios, puedan constituir un engaño.