El fondo de las situaciones suele aparecer luego de diversos desórdenes en algunos ámbitos. Y cuando se llega hasta ahí frecuentemente aparecen dos caminos posibles: el del hundimiento total que desemboca en la pérdida de carácter para continuar en la lucha o, por el contrario, en la búsqueda de alternativas para lograr la recuperación, a pesar de cualquier obstáculo. Racing se ubicó en ese lugar de incertidumbre después del duro golpe que le propinó Estudiantes, cuando lo superó no sólo en el resultado (4-0) sino también en lo emocional. A partir de ahí, el equipo parece haber encontrado el recorrido ideal para evitar hasta la Promoción, debido a que hilvanó nueve puntos de manera consecutiva para esperar el desenlace de la temporada de la mejor manera.

El conjunto de Avellaneda no detiene su envión anímico, y el que lo padeció ayer fue Banfield, que presentó una gran cantidad de juveniles por sus compromisos internacionales. Más allá de ese punto, Racing tampoco ofreció brillantez ante el actual campeón, pero dejó en claro que su compromiso por el objetivo es irrenunciable. Y, como punto positivo, no se dejó llevar por lo que transmite su gente desde afuera, más cercana a la desesperación que a la cordura.

Racing trata de no desordenarse en ningún momento, y a partir de ahí comienza la búsqueda del desequilibrio. El que mayor capacidad tiene para encontrarlo es Sebastián Grazzini, el volante con más libertad. Pero si bien el ex Newell’s mostró su técnica en algunas oportunidades, quedó la sensación de que no alcanzó su mejor versión ante los del Sur. Entre sus acciones más destacadas hubo una donde enganchó ante su marcador, remató de derecha, y la pelota salió al lado del palo. Otro hombre que también aportó mucho en ese aspecto fue Claudio Bieler, quien marcó el segundo gol con una gran definición de volea, luego de un envío desde la izquierda del chico Fernández. Además, Bieler estuvo cerca de convertir con un tiro libre en el primer tiempo, y luego con un cabezazo defectuoso en la segunda parte.

El local comenzó a volcar todo a su favor a los 29 minutos de ese segundo tiempo, cuando Matías Martínez marcó el primer tanto con un derechazo cruzado, luego de que Segovia no pudo rechazar un tiro de esquina. Pero antes de ese gol, Racing ya tenía en la cancha a otros dos futbolistas con vocación ofensiva, como son Hauche y Castromán. El primero aportó dinámica en los últimos metros, y el ex Boca se mostró como salida por la derecha para sorprender con lanzamientos hacia el otro lado.

Banfield no pudo sostener su nivel cuando se encontró en desventaja, y así le costó llegar con profundidad hacia el área de De Olivera. Pero antes el arquero había respondido bien ante un tiro de Laso.

El final tuvo nuevamente el delirio de los hinchas de Racing, que no sólo ya comenzaron a despedirse de todas las angustias que genera participar para mantener la categoría sino que le aportaron el agregado de que su clásico rival complicó el fin de semana su intención del lograr el campeonato.

Estadio: Racing.

Arbitro: Jorge Baliño.

Goles: 74m M. Martínez (R); 80m Bieler (R).

Cambios: 61m Hauche por Lugüercio (R); 62m Di Vanni por Salmerón (B); 67m Castromán por Zuculini (R); 72m Vergara por Cardacio (B); 79m Ayala por Sainz (R); 80m C. García por Marchant (B).