Alemania será el rival de la Argentina en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica, tras una goleada sobre Inglaterra que no ocultó el grave error arbitral del uruguayo Jorge Larrionda, quien anuló un gol legal a los británicos que hubiera puesto las cosas 2-2. Miroslav Klose, Lukas Podolski y Thomas Müller por partida doble fueron los artífices de la victoria alemana en Bloemfontein, donde Inglaterra enterró su sueño de regresar entre los grandes de un Mundial. El tanto de Matt Upson, que puso un momentáneo 2-1, no alcanzó.

Al duelo no le faltó nada, incluida una polémica jugada en la primera mitad, que trajo el recuerdo de la histórica final de 1966. Entonces, el árbitro concedió un gol a Geoffrey Hurst que los alemanes siempre han discutido por considerar que la pelota no rebasó la línea. Aquel tanto supuso el 3-2 en una prórroga que terminaría 4-2 y daría su único título mundial a Inglaterra. Un disparo del inglés Frank Lampard dio en el travesaño, picó dentro del arco y salió para afuera. Pero el juez del partido no lo vio.

Inglaterra tendrá que seguir esperando. La apuesta por un técnico ganador aunque de fútbol poco atractivo como el italiano Fabio Capello tampoco sirvió de nada. Los “Pross” no llegan a unas semifinales mundialistas desde Italia 1990. En aquella ocasión, Alemania también los había dejado afuera.

La primera mitad estuvo a la altura del nivel de los contendientes. Goles, pelea, calidad y polémica. No faltó de nada en la edición 32ª del superclásico europeo. “Los alemanes, horrorizados por tres leones”, había titulado The Sun bajo la foto del equipo germano viendo a tres felinos desde la distancia y protegidos por una reja.

Pero el equipo dirigido por Löw saltó sin ningún miedo al campo. Desenfadado y joven, el conjunto alemán, que perdió a su capitán por lesión justo antes del inicio del Mundial, juega con la alegría propia de los que sienten que no tienen nada que perder.

Mesut Ozil dio el primer aviso a los ingleses a los cuatro minutos, cuando tras recibir un pase en profundidad se plantó solo delante de David James. El arquero inglés respondió con reflejos y desvió su disparo. Alemania dominaba el partido, hacía circular el balón con mayor velocidad y se aproximaba al área rival con mucho peligro. Sin embargo, el primer tanto llegó en realidad gracias a una jugada muy inglesa.

Manuel Neuer convirtió su saque de arco en una asistencia para Klose, quien después de cumplir su partido de sanción volvió al equipo titular y lo hizo como suele hacerlo cuando se pone la camiseta nacional: con gol. Forcejeó con Matt Upson, le ganó la posición y estiró la pierna lo justo para desviar la pelota antes de que llegara James, algo lento en su salida. Con su gol número 12 en mundiales, el delantero del Bayern Munich ponía a Alemania en ventaja.

Klose pudo hacer el 2-0 diez minutos después, cuando una magnífica combinación entre Müller y Sami Khedira acabó finalmente en los pies del artillero alemán. Pero esta vez no pudo superar a James.

Eran los mejores momentos de Alemania. Inglaterra estaba golpeada y estuvo al borde del nocaut cuando Podolski logró el 2-0, tras otra vertiginosa jugada al primer toque entre Ozil, Klose y Müller. El jugador del Colonia se redimió así del penal errado ante Serbia en la derrota 1-0 de la primera fase.

Sin embargo, el equipo de Capello reaccionó. Lampard estuvo a punto de poner el 2-1 poco después del gol alemán, pero Neuer realizó una atajada de puro instinto. El arquero germano estropeó su atajada anterior con una salida a destiempo poco después a un centro de Steven Gerrard. Upson se adelantó y su cabezazo terminó en el fondo de la red. Inglaterra volvía al partido.

Quizá todo hubiera sido diferente si, apenas unos minutos después, el tanto de Frank Lampard hubiera subido el marcador. David Beckham –ausente del Mundial por lesión, pero presente en el banco inglés– intentó explicárselo a Larrionda en el descanso.

“Entró un metro”, parecía decirle mostrándole la distancia con sus brazos. Pero, ¿qué habría pasado si el gol hubiera sido concedido? Eso algo que siempre formará parte de las especulaciones.

La realidad es que Alemania destruyó a Inglaterra en la segunda mitad con dos contragolpes mortíferos culminados por Müller. Con los ingleses volcados en busca del empate, el centrodelantero coronó su magnífica tarde con dos tantos para la historia. El primero en el minuto 67, el segundo en el 70. El partido estaba sentenciado. La estampa de Wayne Rooney, Lampard o Gerrard con los brazos cruzados a pocos minutos del final lo decía todo. Gary Lineker, el gran delantero de la última Inglaterra que estuvo en las semifinales de un Mundial, lo expresó así hace tiempo: “El fútbol es un juego en el que 22 jugadores corren detrás de la pelota y al final siempre gana Alemania”.

4- ALEMANIA

Neuer; Lahm, Mertesacker, Friedrich, Boateng; Khedira, Schweinsteiger; Müller, Ozil; Podolski, Klose.

DT: Joachim Löw.

1- INGLATERRA

James; Johnson, Upson, Terry, A. Cole; Barry, Milner, Lampard, Gerrard; Rooney, Defoe.

DT: Fabio Capello.

Estadio: Free Stadium (Bloemfontein).

Arbitro: Jorge Larrionda (Uruguay)

Goles: 19m, Klose (A); 32m, Podolski (A); 37m, Upson (I); 66m y 68m, Müller (A).

Cambios: 63m, J.Cole por Milner (I); 70m, Heskey por Defoe (I); 71m, M.Gómez por Klose (A) y Trochowski por Müller (A); 82m, Kiesling por Özil (A); 87m, WrightPhillips por Johnson (I).