Paraguay escribió en Sudáfrica el capítulo más brillante de su historia futbolera. Es que terminó el Mundial con la sensación de haber cumplido su objetivo: por primera vez alcanzó los cuartos de final de una Copa del Mundo. Sin embargo, culminó la competencia con el sinsabor de haber podido llegar más lejos si el arco no se les cerraba en el mejor momento ante España. Para los guaraníes, que disputaban su octavo Mundial, la historia no tuvo un final ideal porque David Villa, a falta de siete minutos para la finalización del encuentro, convirtió el único gol del partido, que terminó de desinflar la ilusión paraguaya.

“Tengo una gran sensación de frustración y tristeza. Habría que ver el partido de nuevo, pero me parece que hicimos un poquito más para ganarlo”, señaló el entrenador de Paraguay, Gerardo Martino.

En un duro y dramático partido, el equipo sudamericano estuvo cerca de abrir el marcador a los 58 minutos del segundo tiempo, pero Oscar Cardozo, jugador del Benfica de Portugal, erró un penal y no pudo ponerse en ventaja ante una España que veía cómo se le complicaba la clasificación ante el duro equipo de Martino. “Estoy contento por lo que han hecho los jugadores, muy satisfecho, orgulloso de como está toda la gente en Paraguay seguramente”, remarcó el DT argentino.

Al margen de la eliminación, Paraguay cumplió con su labor en Sudáfrica. Tras terminar primero en el Grupo F con cinco unidades, los dirigidos por el técnico rosarino eliminaron por penales a Japón en los octavos de final, después de igualar 0-0 en el tiempo reglamentario y el alargue. Además, en la primera fase, empataron 1-1 contra el último campeón del Mundial, Italia; derrotaron 2-0 a los eslovacos e igualaron 0-0 contra Nueva Zelanda.

Seguramente, el punto más flojo de Paraguay estuvo en la escasa efectividad de sus delanteros: Cardozo, Roque Santa Cruz (Manchester City, Inglaterra), Lucas Barrios y Nelson Haedo (Borussia Dortmund, Alemania). Es más: los tres goles que convirtió el equipo durante la competencia fueron anotados por el defensor Antolín Alcaraz, ante los italianos, y los volantes Enrique Vera y Cristian Riveros, ante Eslovaquia. “Nuestro trabajo consiste en mucho más que marcar goles”, se defendió el goleador Santa Cruz, tras la eliminación ante los dirigidos por Vicente Del Bosque.

“A mí no me gustaría ser injusto con los delanteros, porque para que ellos tengan opciones sería mucho mejor que la pelota les llegue de una manera distinta, con una circulación mucho más prolija y de manera un poco más ventajosa”, señaló Martino refiriéndose al problema que tuvo su equipo en la creación de juego. Pese a eso, Martino consiguió potenciar las virtudes del fútbol paraguayo: la marca y la presión al adversario.

“El camino que recorrimos estuvo bien. Habiendo cosas por mejorar, lo volvería a recorrer de la misma manera”, señaló Martino, quien sobre su continuidad aseguró: “No creo que sea algo que defina en poco tiempo. Hay un ofrecimiento hecho (de la Asociación Paraguaya de Fútbol), un contrato, lo único que hace falta es sentarse y firmarlo o no, pero tampoco es el momento”.