Con el cimbronazo que causó la salida de Ariel Ortega y con la sorpresiva contratación de Fabián Bordagaray, River realizó ayer su último entrenamiento en el Monumental y partió rumbo a Mar del Plata, donde fue recibido por una multitud. El ex San Lorenzo finalmente viajará mañana, ya que debe realizarse la revisación médica. Por su parte, el jujeño estaría dispuesto a irse, pero antes de acordar su salida quiere que le paguen un millón de dólares por el año y medio de primas atrasadas y los seis meses que le quedarían de contrato, algo que River no está en condiciones de cumplir sin un plan de pagos.

Luego de haber tomado la decisión más dura de su ciclo, el técnico Juan José López evitó generar nuevas polémicas y no hubo más borrados. Así, serán 34 los jugadores que participarán de la pretemporada, con la presencia de siete juveniles que todavía no debutaron en Primera. Más tarde se sumarán los seis que están afectados al Sub-20, entre los cuales se encuentran Rogelio Funes Mori, Mauro Díaz y Ezequiel Cirigliano. A partir de hoy, el elenco de Núñez, que se alojará en el hotel Costa Galana, se entrenará en el predio de la Villa Marista y en el club Kimberley. La estadía en la ciudad balnearia será hasta el sábado 29, un día después del amistoso contra Estudiantes (anteriormente jugará el 18 frente a Racing y el 22 ante Boca). El que no viajó ayer, pero lo hará hoy, es Matías Almeyda, quien recibió el permiso del cuerpo técnico debido a que debía arreglar una “situación personal”.

Entre los 34 también estará Diego Buonanotte, quien jugará un semestre más en River a pedido del presidente. En algún momento se mencionó la posibilidad de que vuelva Andrés D’Alessandro, quien será galardonado hoy como nuevo Rey del Fútbol de América. Sin embargo, el bajo presupuesto que maneja la Comisión Directiva riverplatense impidió que se concrete el arribo del jugador. Dentro de esa órbita, López ya anticipó que si no llegan los refuerzos, se arreglará con lo que tiene.

Mientras el plantel busca la mejor puesta a punto, el presidente Daniel Passarella se quedará en Núñez para tratar de solucionar algunos inconvenientes económicos. A causa del bajo presupuesto, el club se atrasó en el pago de dos cuotas del préstamo de Josemir Ballón. De esta manera, River deberá ponerse al día para evitar que el volante peruano regrese a la Universidad San Martín de Porres. Además se les adeuda parte de las primas 2009 y 2010 a algunos jugadores.

Pero el problema más importante de Passarella es Ortega. El presidente de All Boys, Roberto Bugallo, ya manifestó su deseo de contratarlo, en una iniciativa que apoyó el técnico José Romero. Al delantero le agrada la posibilidad de mudarse a Floresta, pero Passarella no lo quiere ceder a un equipo de Primera y en su cabeza figuran algunos destinos mucho más modestos: San Martín de Tucumán y Gimnasia de Jujuy. Otra posibilidad que barajaba el presidente era la de pararlo seis meses para que el delantero hiciera un tratamiento y un curso de DT, con el objetivo de ponerlo a dirigir las divisiones inferiores. No obstante, el jujeño quiere seguir jugando y, por dicho motivo, Fabián Lanzilotta, contador del jugador, ya empezó a buscar club en la Major League Soccer de Estados Unidos, el destino que más le agrada al entorno familiar del delantero.

A pesar de la negativa de Passarella, Bugallo irá con todo por Ortega. Su estrategia será ofrecerle un contrato por un monto base y le pagará por partido jugado. “Queremos que se sienta cómodo en All Boys”, dijo Romero.