Los delanteros Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez y el volante Martín Aguirre, tres referentes del plantel de River, pidieron el regreso a Primera en el año próximo en un mensaje institucional difundido ayer por las fiestas de Navidad. A ese mismo pedido se sumó el vicepresidente del club, Omar Solassi, que ayer admitió que “no se podría tolerar” otra temporada del equipo en la B Nacional, algo que –especuló– “sería una catástrofe”.

Para River, el 2011 fue un año horrible. Su impensable descenso a la B Nacional, dirimido en esa dramática llave frente a Belgrano de Córdoba por la Promoción, la tristeza, los destrozos y la clausura del Monumental, fueron indicadores del durísimo golpe de realismo con el que dirigencia, jugadores, cuerpo técnico e hinchas se encontraron repentinamente.

Pero a pesar de la caída, el equipo se reforzó y consiguió un protagonismo absoluto en la categoría, más allá de algunos traspiés deportivos que le hicieron terminar el año en la segunda posición de la tabla, debajo de Instituto, pero en zona de ascenso directo. Falta diputarse la segunda mitad del torneo y no será fácil para River, porque fecha a fecha aumentará la presión.

“Después de un año tan sufrido, esperamos terminar de la mejor manera y arrancar con todo el 2012 para ascender. Gracias por el apoyo incondicional”, declaró Aguirre en la página oficial del club. Cavenaghi, sin dudas el mayor protagonista del resurgimiento del equipo, envió “un gran saludo de Navidad para todos los hinchas riverplatenses” y anheló “el comienzo de un año muy bueno” para concretar el ansiado ascenso. Lo mismo hizo Domínguez, quien coincidió con sus compañeros de equipo.

El que tomó la situación de ascenso con absoluta sinceridad fue el vicepresidente Solassi, quien admitió que “no se podría tolerar” otra temporada del equipo en la B Nacional y consideró que si el equipo no consigue su objetivo de mínima “sería una catástrofe”. El dirigente graficó que el descenso de la institución fue “perder la vida después de 110 años de historia”, y lamentó que en el ambiente del fútbol “las cargadas durarán para siempre”.

Solassi se diferenció del presidente, Daniel Passarella, y el director técnico, Matías Almeyda, sobre la disputa de los superclásicos de verano con Boca. “Jugar, yo jugaría. El problema de Daniel y Almeyda es que tienen miedo de que se arme un problema de incorrección de la gente, pero River firmó un contrato y se tienen que hacer”, consideró.