La temprana y sorpresiva eliminación de la selección Sub-20 de Marcelo Trobbiani del Campeonato Sudamericano de la categoría que se desarrolla en Mendoza y San Juan motivó la formulación de diversos análisis por parte de entrenadores y formadores de jugadores juveniles. Uno de ellos fue Francisco Ferraro, técnico que condujo aquel equipo que integraron Lionel Messi, Sergio Agüero y Fernando Gago, entre otras figuras, y que en 2005 ganó el Mundial que se desarrolló en Holanda. “No se entiende por qué se interrumpió un proceso exitoso, que le dio títulos y permitió el surgimiento de grandes valores”, señaló el DT en un mano a mano con Líbero, en referencia al ciclo que condujo José Pekerman durante 14 años y que él mismo integró junto a Hugo Tocalli y Miguel Angel Tojo. “El fútbol argentino está retrocediendo en materia de juveniles y se necesita un replanteo, principalmente en el orden dirigencial”, remarcó.

–La verdad, no puedo decir qué se hizo mal, porque no acompañé el trabajo que se llevó a cabo desde el cuerpo técnico con estos jugadores. Sería poco serio de mi parte hacer una crítica en torno a la preparación y los entrenamientos. Pero hay cosas que cuesta entender.

–Creo que había buenos jugadores, chicos con proyección, con futuro y la verdad que me resultó difícil de entender por qué no se pudo armar juego, definir una identidad y obtener buenos resultados. Es algo muy llamativo, sobre todo porque un seleccionador tiene la posibilidad de elegir y definir con tiempo un estilo. Por eso llama la atención lo que pasó, a mí me sorprendió.

–No lo creo así. Jugadores siguen apareciendo. Lo que sucede es que muchas veces se apuran los tiempos de muchos pibes que suben a Primera salteándose etapas, en función de las necesidades que tienen los clubes y los negocios que hacen algunos representantes. Muchos chicos van a Europa sin haber madurado lo suficiente. Se queman etapas de golpe.

–Primero habría que explicar por qué se interrumpió hace cinco años un ciclo como el que condujo Pekerman, Tocalli, Tojo y que tuve el orgullo de integrar. Se lograron títulos y se promovieron varios jugadores a las selecciones mayores. Fueron 14 años de buenos resultados y de golpe, todo eso se abortó, se dejó de lado. Me parece que tendríamos que volver a ese camino para no volver a tener frustraciones como las que vivimos en este campeonato. Los dirigentes deben hacer una revisión de todo lo que se hizo mal y efectuar los replanteos que sean necesarios.

–La verdad que no lo entendí nunca y son explicaciones que deben darse en otro nivel. Lo cierto es que la gestión de Pekerman fue un ejemplo para otros países. Me acuerdo que cuando se jugó la Copa América que ganó Uruguay, se le preguntó a su entrenador, (Oscar) Tabarez, cuál era la metodología que habían aplicado para crecer como lo hicieron en los últimos años, y dijo que empezaron imitando lo que se había hecho en Argentina con los juveniles. Y acá desandamos todo. Los países que trabajan bien hoy están creciendo, nos tomaron como ejemplo, nosotros en cambio estamos retrocediendo. Eso es lo que preocupa.

–Cuando asumí la dirección técnica de la Sub-20 tenía 60 años y venía de tener experiencia en las ligas regionales, en el ascenso, en Primera y en el fútbol de España. Un entrenador siempre debe ser un formador y estar abierto a seguir creciendo. Lo que pasa es que cuando se está al frente de una selección se debe llevar a cabo un trabajo de dedicación plena, total. Hay que estar siempre dispuesto y preparado para ver todos los partidos donde se destaque algún pibe y recorrer el interior. Es una tarea que exige mucha compenetración, mucha pasión y sacrificio.

–Habría que ver cuál es el proyecto y qué es lo que se pretende. Si eso está claro, sí me gustaría volver a trabajar en la selección. A esa camiseta nunca se le puede decir que no.