FúTBOL › BOCA SUPERO CON BASTANTE COMODIDAD A NEWELL’S POR 2-0
Como si se tratara de un entrenamiento
Con una cabezazo de Battaglia en el primer tiempo y un derechazo cruzado de Estévez en el segundo, Boca resolvió fácilmente su partido con el modestísimo Newell’s y se mantiene en el primer lugar de la tabla, junto a River. El encuentro fue un plomazo, sacudido sólo con algunos pincelazos de Matías Donnet, la figura de la cancha.
Por Facundo Martínez
En un partido flojo y aburrido, Boca no tuvo mayores inconvenientes para derrotar por 2-0 a Newell’s y continuar en la primera posición del torneo Clausura, que ahora comparte sólo con River. El conjunto de Carlos Bianchi abrió el marcador en el primer tiempo con un cabezazo de Sebastián Battaglia y amplió, en el complemento, con un derechazo de Raúl Estévez, quien debió dejar la cancha lesionado. Lo mejor del encuentro fue la actuación de Matías Donnet. Hizo un gran esfuerzo para sacar adelante a sus compañeros y llevar peligro al área de los rosarinos, aunque le faltó astucia en todas las que tuvo para definir.
Salvo en los primeros minutos, en los que consiguieron adueñarse del mediocampo, aunque sin lograr generar situaciones claras de peligro, los de Newell’s hicieron demasiado poco –en la ofensiva, prácticamente nada– como para que Boca no se agrandara y comenzara a manejar a voluntad el desarrollo del encuentro. Si bien los de Bianchi no tardaron en obligar a retroceder a los rosarinos –situación que Héctor Veira pensó conveniente, porque plantó a sus jugadores como para aguantar y sorprender de contraataque–, lo que se demoró fue la apertura del marcador.
Donnet, quien ya desde el inicio parecía destinado a un gran partido, perdió dos chances más o menos claras de cara al arco de Luciano Palos antes de protagonizar la jugada más interesante del partido: el ex Unión arrancó desde la zona de volantes con la pelota dominada, dejó a tres hombres en el camino, quedó solo mano a mano frente a Palos, lo eludió también, y sacó un remate cruzado pero sin fuerza que fue despejado sobre la línea por Germán Ré.
Boca no podía definir lo que generaba porque Newell’s hacía un buen trabajo defensivo: Leandro Fernández atendía a Carlos Tevez; Ré anulaba a Estévez, que se embarullaba con la pelota; y Sebastián Domínguez, más cerca de los defensores que de los volantes, colaboraba para cortar las oportunidades de Marcelo Delgado. La energía del partido se fue consumiendo en los intentos fallidos de Boca y las réplicas de los visitantes, todas pobrísimas, salvo un remate cruzado de Walter Silvani, tras un centro de Mauro Rosales, que Abbondanzieri desvió con el cuerpo.
El primero de Boca llegó, a los 37 minutos, tras un corner de Tevez, que Battaglia conectó de cabeza sobre el segundo palo, ante la marca de Domínguez. A eso le siguió otro remate de Donnet, a las manos de Palos.
El segundo tiempo fue un calco del primero: un aburrimiento. El gol de Estévez, a los 64, rompió la monotonía. El Pipa se llevó por delante un pase de Tevez a Donnet y, con fortuna, quedó mano a mano con el arquero de Newell’s para definir con un certero derechazo. Entonces, ahí sí, se bajó el telón. Sobraron unos 25 minutos, de poco fútbol en la cancha y mucho triunfalismo en las tribunas, por supuesto.
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