La disputa interna de la barra brava de Boca, entre el grupo que lidera el detenido Mauro Martín –y oficializado por la dirigencia que encabeza Daniel Angelici– y la rama que comanda Rafael Di Zeo, se cobró dos víctimas: Marcelo Carnevale y Angel Díaz murieron ayer, y otros cuatro hinchas resultaron heridos luego de un tiroteo entre dos facciones de la barra en las inmediaciones del estadio de San Lorenzo, fuera del perímetro policial montado para el operativo de seguridad del clásico amistoso, que fue suspendido. Carnevale, de 33 años, falleció inmediatamente a las 14.50, en el cruce de las calles Lafuente y Ana María Janer, lugar de la pelea, por un tiro en el tórax, confirmó el titular del SAME, Alberto Crescenti. En tanto, Díaz, de 44, sufrió el deceso minutos después en el Hospital Santojanni del barrio de Mataderos, por una herida de bala en la región dorsal, con salida por el abdomen, informaron fuentes policiales.

Díaz, procesado en una causa de 2011 y con derecho de admisión, presentaba un balazo en la zona abdominal, fue trasladado por particulares hasta el centro asistencial y entre sus prendas de vestir “se halló la entrada para concurrir al partido”, según dijeron las fuentes policiales. Los mismos voceros precisaron que un sospechoso, portador de una pistola calibre 45, marca Colt, fue detenido en la intersección de las calles Mariano Acosta y Riestra, cercana al sitio del tiroteo.

Además quedaron heridas al menos otras cuatro personas, una de ellas de 25 años y cuyo nombre es Matías Dalaco, con un disparo en una rodilla, internado fuera de peligro en el mismo centro sanitario. Los tres agredidos restantes fueron trasladados al Hospital Argerich. Uno de ellos presenta “estado delicado” y era intervenido quirúrgicamente anoche por “una herida de bala en el abdomen”, revelaron los voceros consultados.

Testigos del incidente graficaron que el choque de barras consistió en “una batalla tremenda”, en la que se escucharon “más de cien tiros”, al tiempo que la Gendarmería confirmó que fueron secuestradas unas 80 vainas servidas. Los investigadores policiales apuntaron la hipótesis de que las dos facciones pautaron encontrarse en el lugar donde se produjo el tiroteo. En la edición de Clarín de ayer se informó sobre el posible enfrentamiento. La nueva interna de la barra xeneize habría sido protagonizada entre el grupo de “Lomas”, cercano al ex líder Rafael Di Zeo, y el sector que actualmente conserva el poder de La 12, comandado por Fido Devaux, ante las detenciones de los líderes Mauro Martín y Maxi Mazzaro.

Los hechos ocurrieron unas cuatro horas antes del encuentro amistoso correspondiente a la Copa de Invierno, que era tomada como un banco de pruebas para el regreso del público visitante a los estadios. Esa restricción la impuso la AFA luego de la muerte de un hincha de Lanús en el Estadio Unico Ciudad de La Plata, ocurrida durante el pasado torneo Final de Primera División. Una vez conocida la suspensión del clásico, el Twitter oficial de San Lorenzo adelantó que el partido se jugará el próximo miércoles 24, en horario a confirmar.

La magnitud del enfrentamiento incluyó hierros de construcción afilados como facas, y decenas de casquillos de arma de fuego desparramados por la zona donde murió el primero de los dos hinchas de Boca. “No nos mataron a todos porque tuvimos suerte”, dijeron los efectivos del operativo, según reconoció el intendente de San Lorenzo, Alejandro Maccio, quien fue hasta el lugar no bien se enteró de los incidentes, ocurridos a cuatro cuadras del estadio.

“Fue horrible; fue la peor situación desde que somos directivos de San Lorenzo”, refirió Maccio al contar que, al enterarse de lo ocurrido, llegó hasta el lugar donde se produjo el deceso del primero de los hinchas. Maccio contó por radio La Red que junto al cuerpo sin vida del hombre “estaba su hermano llorando”, diciendo que habían bajado “del colectivo 101”, algo que luego fue desmentido. Pero el directivo también relató que “en 100 metros hubo de todo, unos 70 u 80 casquillos, y puntas afiladas con hierros de construcciones”.