Lo que había sucedido ante Newell’s estaba muy presente. Sin embargo, el respaldo que recibió el equipo fue contundente. Y el que más cariño pudo percibir fue precisamente el técnico Carlos Bianchi, del cual se comenzaron a hacer especulaciones sobre su real ascendencia sobre el plantel. La prueba que tenía el local era tratar de conformar con su juego, y al mismo tiempo, lograr la victoria.

Boca pudo conseguir ambas cosas, sobre todo en el segundo tiempo, y lentamente intenta encauzar el recorrido de la consolidación. En ese período no sólo exhibió variantes en ataque, llegando cuatro veces con chances de convertir, y aprovechando una de esas oportunidades a través de Insúa. El defensor finalizó la jugada con acierto, definiendo arriba ante la salida del arquero, luego de una gran acción combinada que tuvo a Martínez como el protagonista principal.

Pero para que Boca cumpliera esa tarea en ese segmento del partido, hubo un hecho que terminó siendo fundamental. El ingreso de Erbes por Ribair Rodríguez le dio otra dinámica al mediocampo local, y potenció el nivel tanto de Ledesma como de Sánchez Miño. Erbes se posicionó sobre la franja derecha, colaboró con Marín en la marca de esa zona, y fue una salida permanente hacia el campo rival.

El otro punto determinante era el defensivo, y en esa parte también convenció, ya que logró que los rafaelinos no pudieran rematar ni una sola vez al arco de Orión. Para ello, fue importante la tarea de Daniel Díaz en el fondo, y Burdisso pudo acoplarse bien en varios pasajes.

La imagen que provocó incertidumbre fue la de la primera parte. El local no pudo controlar la pelota por la presión que ejercían los volantes de Rafaela, y encima las espaldas de los laterales eran superadas con frecuencia. Por una jugada en ese sector llegó el gol del empate de los visitantes: el centro llegó desde la izquierda, Albertengo controló la pelota con el pie derecho y convirtió de zurda, cruzado.

Boca no había sido convincente hasta ese gol, a los 41 minutos. y fue superado en varios momentos, donde Orión apareció dos veces para evitar la caída ante Erramuspe y luego ante Depetris. La tranquilidad pareció llegar cuando Riquelme aprovechó el error de Bastía, que terminó provocando un tiro libre en la puerta del área chica. Con todo Rafaela parado sobre la línea del arco, Sánchez Miño tocó la pelota para el capitán, y éste convirtió con un tiro alto y pegado al palo. La corrida en el festejo finalizaría con un abrazo para Bianchi. Para que no haya duda de cómo le responde al entrenador. Y el resto se sumó en ese encuentro. Boca daba el primer paso para lo que vendría en el segundo tiempo. Allí, el ideal estuvo merodeando por la Bombonera.

Estadio: Boca.

Arbitro: Germán Delfino.

Goles: 29m Riquelme (B); 41m Albertengo (R); 67m Insúa (B).

Cambios: 57m Erbes (6) por Rodríguez (B), 74m Joel Acosta por Blandi (B), 75m Canuhé por Depetris y Figueroa por Mansanelli (R), 80m Gigliotti por Martínez (B), 84m Pussetto por Ferreira (AR).