Carlos Bianchi expresó ayer que no supo el motivo del abrazo que le dio Juan Román Riquelme luego del gol. “No sé, Román habrá pensado que cumplía años y por eso me abrazó”, señaló Bianchi en la conferencia de prensa. De todas maneras, afirmó que le dio “placer” el gesto del capitán y se permitió una humorada cuando citó la frase: “Sobre todo cuando uno está golpeado”, en referencia al traspié que tuvo antes de empezar la conferencia, donde tuvo que ser ayudado para reincorporarse. De hecho, cuando finalizó su declaración a los medios, personal del club colocó una serie de escalones para que Bianchi pudiese descender sin inconvenientes de la tarima donde atendió a los periodistas.

En cuanto al resultado, el técnico dijo que la victoria fue “lógica” y remarcó que pudo haber sido “holgada”, por las situaciones de peligro generadas en el arco que defendió Esteban Conde. “El equipo se brindó ante un equipo que no deja pensar, pero tenemos que estar atentos porque el gol que nos hicieron de pelota parada nos va a hacer recapacitar”, agregó.

Por su parte, Jorge Burruchaga, conductor de Rafaela, señaló que “la victoria de Boca fue justa. Es un grande herido, que quiere recuperarse de una manera u otra. En el segundo tiempo nos complicaron y sentimos el desgaste físico”. Burruchaga resaltó que su equipo efectuó un primer tiempo “parejo”, y que el primer gol de Boca se produjo por una jugada “desgraciada”.

El entrenador también expresó su descontento con el árbitro Germán Delfino, quien lo expulsó porque llegó tarde antes del inicio: “Es incomprensible, no entiendo cómo es la reglamentación porque el partido debía comenzar 18.10, y yo llegué al banco 18.08, pero el árbitro me dijo que teníamos que estar 18.06”.