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Lunes, 6 de enero de 2014

FúTBOL › MURIó EUSEBIO, UNO DE LOS MEJORES FUTBOLISTAS DE LA HISTORIA

El último zarpazo de la Pantera Negra

En Portugal lo consideraban superior a Cristiano Ronaldo. Nacido en Mozambique, goleador histórico del Benfica, campeón de Europa, brilló en el Mundial 1966, en Inglaterra, del que fue su goleador. Funeral multitudinario en el estadio Da Luz.

Para muchos portugueses era mejor incluso que Cristiano Ronaldo, la megaestrella del Real Madrid. Por eso la muerte del legendario Eusebio, la “Pantera Negra”, dejó huérfano al fútbol luso. El ex delantero murió ayer por la madrugada por un paro cardiorrespiratorio poco antes de cumplir los 72 años. Portugal se declaró de luto y el presidente del país, Anibal Cavaco Silva, dispuso tres días de duelo nacional.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el gran ídolo actual del fútbol portugués, Cristiano Ronaldo; o personalidades como el jefe de la FIFA, Joseph Blatter; y el alemán Franz Beckenbauer, recordaron a Eusebio, la gran estrella del Mundial de 1966, con palabras de emoción.

“Es un día triste para el fútbol en Portugal y en el mundo. Mi pésame a la familia de Eusebio y a todos los portugueses”, escribió el portugués Barroso en su cuenta de Twitter, principal medio en el que se vertieron los mensajes de condolencia. “Nos dejó uno de los mayores futbolistas de todos los tiempos. Mi amigo Eusebio murió esta noche. Mis pensamientos están con su familia”, escribió Beckenbauer.

Para muchos portugueses, el gran ídolo popular del Benfica, siempre simpático y modesto, fue el mejor futbolista de la historia de Portugal, mejor incluso que Cristiano Ronaldo. “Era de otro planeta. Un extraterrestre”, escribió en un libro el periodista luso Pedro Vasco.

Pero el futbolista era en el país algo más que un mero goleador. Eusebio da Silva Ferreira nació el 25 de enero de 1942 bajo extremas condiciones de pobreza en Lourenço Marques (hoy Maputo), en la antigua colonia portuguesa de Mozambique. Un cazatalentos del Benfica lo descubrió en el Sporting Lourenço Marques, una filial del gran rival Sporting de Lisboa. Para evitar que fuera arrebatado por la competencia, el tímido joven fue trasladado en un vuelo a Lisboa en 1960 en una acción casi clandestina bajo el falso nombre femenino de “Ruth”, y una vez allí fue escondido durante semanas antes de la firma del contrato.

Sobre el terreno de juego, Eusebio se destacó sobre todo por fortaleza física, rapidez y potente disparo. Frente al estadio del Benfica, en Lisboa, una estatua de bronce recuerda a la Pantera Negra, ídolo de un club en el que pasó 15 de sus 22 años de carrera y del que sigue siendo el máximo goleador, con 638 goles marcados en 614 partidos oficiales.

“Eusebio era un embajador del fútbol y de la FIFA”, escribió Blatter en Twitter. “Se le echará dolorosamente de menos. Descanse en paz, Pantera Negra.” Para Blatter, “el fútbol perdió a una leyenda. Pero el lugar de Eusebio entre los grandes nunca se lo quitarán”.

“Es una gran pérdida para todos nosotros. El más grande”, dijo por su parte su compatriota Luis Figo, Balón de Oro en 2000. Cristiano Ronaldo también le rindió homenaje en su Twitter: “Siempre eterno, Eusebio, descansa en paz”.

“Yo pienso que es inmortal –declaró José Mourinho, el polémico entrenador portugués, a la TV de su país–. Todos sabemos lo que ha representado para el fútbol y especialmente para el fútbol portugués. Nos dejó una vida ejemplar, pero yo prefiero verlo desde la perspectiva de la inmortalidad. Si hubiera tenido ahora 20 o 30 años, habría tenido un nivel asombroso.”

El ex futbolista, que jugó en 64 ocasiones con la selección de su país, alcanzó el punto máximo de su carrera en el Mundial de Inglaterra 1966, donde lideró el equipo que logró el tercer lugar y, con nueve goles, fue además el goleador de aquel campeonato.

En su primera participación en un Mundial, Portugal eliminó a Brasil, defensor del título, pero lo más recordado fue la remontada del equipo en cuartos de final ante Corea del Norte, cuando los lusos convirtieron un 0-3 en la primera media hora, en un 5-3 gracias a cuatro goles de Eusebio.

Décadas después del torneo, el delantero aseguraba aún que en la derrota 2-1 en semifinales ante el anfitrión y luego campeón hubo cosas que no fueron correctas. “Nuestra federación vendió aquel partido”, dijo Eusebio, quien abandonó el campo entre lágrimas.

En quince años con el Benfica ganó once campeonatos portugueses, cinco Copas y una Copa de Europa. En la final de 1962 en Amsterdam, ante el entonces casi invencible Real Madrid, Eusebio hizo con dos goles su presentación internacional.

En 1968 ganó con 42 goles el Botín de Oro como mejor goleador de Europa, que se entregó aquel año por primera vez. En 1973 repitió con 40 tantos. En 1965 fue además el primer jugador portugués en ganar un Balón de Oro.

En los últimos años tuvo a menudo problemas de salud. En la Navidad de 2011, una pulmonía lo obligó a pasar 12 días internado en el hospital, una parte en sala de cuidados intensivos. Y durante la Eurocopa de 2012 sufrió un ataque de apoplejía en Polonia. Sus apariciones públicas eran ya muy escasas.

La Pantera Negra no obtuvo grandes beneficios económicos de su carrera. Las lucrativas ofertas de Italia no pudo aceptarlas porque el dictador Salazar no quería perder al icono portugués y prohibió su venta. “La gente en Portugal piensa que soy rico. Yo me muero de risa”, dijo una vez Eusebio, cuyo fallecimiento aún cuesta aceptar a sus más próximos. “La noticia de la muerte fue inesperada y brutal –escribió el Benfica en su web–, porque hay personas que nunca deberían poder irse de nuestro lado.”

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El fastuoso funeral, parte del homenaje que se le tributó al mejor futbolista de la historia portuguesa.
Imagen: EFE
 
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