Las caras diferentes que entregan los equipos del fútbol argentino en apenas una semana de distancia volvieron a quedar en evidencia. River no sólo se reencontró con su fútbol sino también con la victoria, después de la derrota con polémica incluida ante Belgrano. Pero el equipo además exhibió sus dos versiones durante el encuentro ante Rafaela. Cuando tenía la ventaja y un hombre de más para sentenciar a su rival, dejó espacio para la incertidumbre y el nerviosismo. La tranquilidad llegó recién a los 40 minutos del segundo tiempo, cuando Teófilo Gutiérrez definió con gran categoría para marcar el segundo gol, y el desahogo fue total en un estadio casi colmado.

Esos mismos hinchas sintieron de cerca la inestabilidad que por momentos se apodera del equipo, algo que afecta a la mayoría de los planteles. De la misma manera que ocurrió ante Newell’s, cuando el colombiano Carbonero había convertido el gol en el inicio del juego, en este caso el volante apareció a los nueve minutos de la segunda parte: tocó de derecha luego de un rechazo corto de Conde ante un cabezazo de Cavenaghi en el primer palo, cuando se anticipó luego de un tiro de esquina. A partir de ahí, River quedó contenido en su campo y le cedió la iniciativa a Rafaela, como había ocurrido ante los rosarinos.

Si bien el conjunto de Santa Fe no llegó a inquietar con seriedad, cada avance hacia el área local generaba temor ante la posibilidad del empate. Sobre todo cuando Barovero tuvo que dejar la cancha por una lesión, y el arco era defendido por Chichizola.

El mejor rostro de River se vio antes del gol de Carbonero. El equipo jugó un primer tiempo de buen nivel, provocando seis situaciones claras para convertir, pero ninguna fue aprovechada. Algunas por la intervención de Conde, y otras por la falta de precisión de sus hombres. Con la idea de presionar a Rafaela en su campo, River se hizo dueño rápidamente del juego, y los volantes fueron claves para ello. Fabbro erró pases al principio, pero luego terminó cumpliendo su mejor partido en el club, y el público, que se había mostrado hostil primero, lo terminó reconociendo después.

Rafaela es decididamente un equipo cuando juega de local, y otro distinto cuando sale de Santa Fe. Es decir, también posee sus dos facetas. La propuesta fue esperar y aprovechar el contraataque, algo que no hace en su estadio. Y en medio de esa mezquindad creó dos situaciones de peligro en el primer tiempo, y ambas finalizaron con la pelota pegando en los postes del arco de River: Rodales, por un zurdazo desde afuera del área; y Bastía, tocando la pelota con la cara externa. Y entre algunos rebotes, Barovero también lo evitó ante una entrada de Vera.

Ni siquiera la calma apareció cuando Cavenaghi tuvo su chance con un penal, debido a que la pelota se estrelló en el travesaño. De todas maneras, con esto le alcanza a River para seguir de cerca al puntero Estudiantes, al que visitará pasado mañana. Pero es indudable que, con dos perfiles, la incertidumbre acerca de lo que pueda ocurrir en el futuro es enorme.

Estadio: River.

Arbitro: Federico Beligoy.

Goles: 54m Carbonero (RP); 85m Gutiérrez (RP).

Cambios: 69m Figueroa por Sacks y Depetris por Ferreira (AR), 71m Chichizola por Barovero (RP), 77m Marinelli por Albertengo (AR), 86m Villalva por Cavenaghi (RP).

Incidencias: 75m expulsado Conde (AR); 77m Cavenaghi (RP) erró un penal.