Bien mirado, fue un acontecimiento histórico: Juan Román Riquelme, que jugará en el ascenso para Argentinos durante los próximos seis meses, no quiso pronunciarse respecto de su conflictiva salida de Boca y ni siquiera eligió referirse a su anterior técnico Carlos Bianchi. El volante de 36 años –que optó por volver a la entidad de La Paternal, donde se inició futbolísticamente, después de 18 temporadas– fue presentado ayer como refuerzo del equipo de Claudio Borghi. El acto, por momentos caótico, se realizó en el Polideportivo Malvinas Argentinas, en la zona de Agronomía. “A ver cómo lo digo: primero, yo de (Carlos) Bianchi no voy a opinar”, resaltó Riquelme, quien había calificado en reiteradas oportunidades que el actual entrenador boquense era como su “padre futbolístico”.

Al parecer molesto por la indefinición que habría mostrado el técnico boquense en su puja con la dirigencia del club xeneize, Riquelme prefirió obviar el comentario sobre el técnico más ganador de la historia de esa entidad. A su manera, sin pronunciarse en forma contundente, pero dejando un mensaje en cada frase que pronuncia, el jugador fue más allá y mandó un sugestivo tiro por elevación, al afirmar que “a partir de hoy, el mejor entrenador de la Argentina está sentado acá (por Claudio Borghi). El nos va a ayudar a subir a Primera”.

Antes y después de esa sorpresiva aclaración, Riquelme, a quien se lo notó tenso al principio, no hizo más que agradecer a la multitud que se acercó al microestadio para la presentación. “La verdad, no esperaba tanto cariño de la gente. Es un día muy lindo para mí. Me fui del club hace 18 años. Quiero volver a recordar los momentos lindos”, destacó.

También se refirió a la gestión del presidente Luis Segura para propiciar su retorno a La Paternal, pero tampoco quiso olvidarse del conductor Claudio Borghi y de sus ex compañeros Mariano Herrón (en el cuerpo técnico principal) y Diego Placente, entre otros. “La verdad es que el presidente y todos los dirigentes, más el entrenador, junto a Herrón, a Placente, a Adrián (Domenech), todos me dieron tiempo para pensar mucho”, reconoció.

Riquelme argumentó no querer referirse a Boca, pero hizo una breve mención a su ahora ex institución cuando sostuvo que “cuando jugué contra Lanús (en mayo pasado), dije que tenía mucho que pensar. Y al final tomé esta decisión”, sentenció. “Boca en mi vida será muy importante, pero hoy Argentinos necesita que lo ayudemos”, dijo Román para despertar una de las ovaciones de la concurrencia.

Los asistentes acompañaron y revistieron el Malvinas Argentinas como un verdadero templo “riquelmista”, a punto tal que colocaron distintas banderas. “La Paternal está feliz” decía una sobre fondo rojo que tenía la cara del enlace sobre el margen derecho, mientras que otra destacaba: “Argentinos; la fábrica argentina de exportación de jugadores”.