Lun 17.11.2014
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FúTBOL

Superclásicos a la Sudamericana

Más allá del torneo local, el público futbolero palpita estos superchoques por una plaza en la final del certamen continental. El primer topetazo, este jueves en la Bombonera.

› Por Juan José Panno

¿Por qué River le va a ganar a Boca?

1 Es más equipo que Boca, algo que reconocen directores técnicos y jugadores de otros equipos que no tienen ningún interés en la cuestión y algo que también admiten en la intimidad los boquenses. Tiene mejor funcionamiento colectivo, maneja mejor la pelota y los tiempos de un partido y sale mejor parado en la comparación mano a mano de los supuestos titulares. Sabe muy bien a qué juega y dispone de un variado repertorio para conseguir sus objetivos. Extraña un poco a Kranevi-tter (el equipo ganó los cinco partidos en los que jugó el volante tucumano), pero de algún modo compensa con la experiencia de Ponzio.

Además de ser el lider del torneo local (aunque ahora por menos margen), en la Sudamericana River ganó los 6 partidos que jugó, marcó 12 goles y recibió 4. Boca, en cambio, estuvo a punto de quedarse afuera ante Capiatá, un equipo de segundo orden. Si en lugar de dos partidos jugaran al mejor de 5 o al mejor de 7, el porcentaje de posibilidades de River crecería muchísimo.

2 Tiene a Pisculichi en el mejor momento de su carrera. El enganche juega, contagia, hace siempre lo más simple y es letal en jugadas de pelota parada, ejecutando centros o rematando directamente al arco. En el campeonato concretó un tiro libre contra Independiente (con la complicidad de Rodríguez, hay que decirlo) y otro contra Atlético Rafaela en un partido que a River se le había puesto muy difícil en el primer tiempo. También le pega muy bien desde afuera del área con el balón en movimiento. Pisculichi fue protagonista o coprotagonista del 40 por ciento de los goles que convirtió el equipo de Gallardo entre el campeonato de Primera división y la Sudamericana. El cambio de Pisculichi por Lanzini, a principios del semestre, es una de las claves de la gran etapa de River. La marca hombre a hombre no parece una solución adecuada para los de Arruabarrena, pero seguramente lo van a rodear para no dejarlo pensar.

3 Va a poder contar con Teófilo Gutiérrez, ya que José Pekerman anunció, como se sabe, que lo liberará de su compromiso con la Selección colombiana. Inicialmente se especulaba con que iba a llegar el mismo día del primer partido, con el consiguiente desgaste físico, pero finalmente estará con tiempo a disposición de Gallardo. Teo Gutiérrez es otro de los que atraviesan un momento fenomenal. No perdió el vicio de prenderse en todas las peleas, pero ganó en eficiencia para resolver situaciones favorables. Hace goles de todos los colores y participa en las conquistas de sus compañeros. Les marcó a Gimnasia, Godoy Cruz (doblete), Defensa y Justicia, San Lorenzo, Independiente. Lanús, Belgrano (doblete) y Estudiantes. Arruabarrena declaró que prefiere que River juegue con los mejores, pero si se los consulta a los jugadores de Boca fuera de micrófono, dirán que lo mejor para ellos era que Teo no jugara el primer partido.

4 Convierte muchos goles por una vía que a Boca le duele mucho: el pelotazo cruzado. Sólo en la Copa Sudamericana River marcó 4 goles de cabeza. Pisculichi es fundamental en los envíos con pelota quieta o en movimiento y Sánchez y Vangioni anotan en segunda fila con sus centros. Mora es bajito pero se las arregla para estar siempre en el lugar indicado. Teo Gutiérrez y –como ayer– Funes Mori serán también una pesadilla en corners y tiros libres; si le toca entrar, Boyé también cabecea bien. A Boca le duelen hasta los pelotazos frontales, como es el caso del gol de Pezzella en el superclásico que se produjo tras un rebote por un cabezazo que no pudo retener Orion. Boca tiene muy presente, además, que el último mano a mano jugado en la Bombonera se definió con un cabezazo de Funes Mori sobre el epílogo. River tiene muy buenos gambeteadotes y a Boca no le va a resultar sencillo evitar las faltas cerca del área, que llevan una gran carga de peligro.

5 Su capacidad ofensiva es notable, tiene un promedio de 1,80 por partido. Si esto fuera una regla fija y lograra mantener ese nivel alcanzado en lo que va del torneo local y la Sudamericana, marcará por lo menos un gol en la Bombonera y ya se sabe cuánto valen los tantos en calidad de visitante. Las variantes ofensivas son muchas: llegada en pared por el medio, desborde y centro atrás, remates de media distancia (Sánchez, Pisculichi, Mora y Teo han hecho goles asi), jugadas de pelota detenida. Cuando consigue espacios es capaz de llegar con sucesivos toques hasta el corazón de las defensas rivales. En sólo un partido se quedó en blanco, contra Estudiantes en el postergado del torneo local. Si Boca sale decidido a atacar en el partido de ida (seguramente su público lo va a obligar), River tiene suficiente poder de contraataque para liquidarlo. Gracias a la paciencia que le da el hecho de saber que tiene un gran potencial de ataque es que River empató o ganó partidos que arrancó perdiendo. Además de buen juego tiene mucho coraje para ir a buscar los partidos. Boca no parece tener la misma capacidad de reacción frente a la adversidad.


¿Por qué Boca le va a ganar a River?

1 Su rendimiento desde la llegada de Rodolfo Arruabarrena ha sido muy bueno. Con Bianchi como director técnico, en los cuatro partidos del torneo local a Boca le fue muy mal, pero desde la llegada del nuevo entrenador levantó mucho el nivel y la autoestima de los jugadores. Si se pudieran borrar de un plumazo esas primeros cuatro fechas, quedaría un dato que sorprendería a muchos: el Boca de Arruabarrena obtuvo más puntos y es más eficaz que el River de Gallardo. Con Arruabarrena Boca perdió la misma cantidad de partidos que perdió con Bianchi en las cuatro primeras fechas. Aunque individual y colectivamente inferior a River, ahora tiene un poco más clara su identidad y al menos encontró los nombres de los titulares. En el último partido por la Copa Sudamericana, los boquenses vapulearon a Cerro Porteño en Asunción y eso les hace sentir mucho mejor, además de hacerlos pensar que si consiguen un buen resultado en la Bombonera (1-0, por ejemplo) podrán apelar al contraataque para ganar el partido de vuelta. Es cierto que los paraguayos dieron muchísimas ventajas, pero Boca las supo aprovechar muy bien. En la Sudamericana, en 6 partidos a Boca le hicieron 3 goles y a River 4, un dato suelto que puede ser manipulado para convencer a los jugadores de Boca de que defensivamente no son menos que River. Achicó la enorme brecha que se daba hace un par de meses. De un 20 por ciento de chances pasó a, por lo menos, un 40 por ciento.

2 Tiene más reservas que River. Si en el equipo de Gallardo por alguna razón no pueden jugar Teo Gutiérrez y Mora entrarían Boyé, Simeone o Driussi, que son buenos jugadores pero con poca experiencia, y si en Boca no juegan Calleri y Chávez entrarían Martínez y Gigliotti, dos que podrían ser titulares en la mayoría de los equipos que disputan el campeonato local y la Sudamericana. Martínez jugó bastante bien en alguna de las últimas presentaciones, mientras que Gigliotti aporta su cuota cada vez que entra y concreta, por lo general, goles decisivos. En el resto de las líneas hay un poco más de paridad entre los suplentes, aunque Castellani y Carrizo fueron tenidos en cuenta por Arruabarrena, algo que no hizo demasiado Gallardo con Ferreyra y Solari.

3 Cuenta con Chávez, que parece ser un jugador a la medida de Boca y que ha conquistado varios goles importantes desde que se afirmó en la titularidad. Arruabarrena lo tuvo en cuenta desde su primer partido oficial, ante Vélez, y el jugador le respondió con un lindo gol, el tercero del equipo. Después marcó contra Banfield por el torneo local y ante Central (2) y Cerro Porteño (2) por la Sudamericana. El primero de los goles contra los rosarinos fue una joya, muy similar al que hizo Mora contra Tigre, después de que Sánchez se la bajara de pecho. En el gol de Boca fue Calleri el que se la bajó de pecho a Chávez, quien metió un zurdazo fenomenal. Chávez, que tiene potencia y velocidad, se metió en el bolsillo a la hinchada e Boca. A veces se apura en buscar el arco, pero es un delantero muy peligroso que preocupará a los centrales de River. En los últimos partidos, Boca también parece haber recuperado a Gago, que venía jugando muy mal y ahora está haciendo valer su clase.

4 Debe atender un solo frente, la Sudamericana. Más allá de las declaraciones formales y de compromiso, el entrenador boquense sabe que a los hinchas sólo les quita el sueño eliminar a River de la Copa. Y por eso reserva a los que cree que son sus mejores armas para esos encuentros y presenta un cuadro alternativo por el certamen local, algo que no puede hacer River. En Boca todos saben que si consiguen el pase a la final, además del beneficio propio, lograrán depreciar el título local que probablemente va a conquistar el clásico rival. Con un plantel más numeroso, físicamente Boca está más entero que River, que mostró en los últimos partidos un natural cansancio que le hizo perder puntos (empate con Vélez, derrota con Estudiantes). Además, las coincidencias del fixture pusieron un partido muy importante por el torneo local, contra Racing, en medio de los dos de la Sudamericana. De todos modos, y como se sabe, si River consigue un buen resultado en la Bombonera no van a quedar ni vestigios del cansancio.

5 El historial, que para algunos tiene un peso relativo y para otros influye mucho (ni tanto ni tan poquito, después de todo), juega a favor de Boca. Disputaron 24 partidos internacionales (22 por la Copa Libertadores y 2 por la Supercopa) con 10 triunfos de Boca, 6 de River y 8 empates. Además, en tres de las ediciones de la Libertadores en las que se enfrentaron, Boca terminó coronándose campeón. La última vez que chocaron fue el 17 de junio de 2004, por las semifinales de la Libertadores. River se impuso 2-1 en ese partido, pero Boca (que había ganado 1-0 el partido de ida) terminó venciendo en la definición por penales, ya que no contaba como doble el gol de visitante. Los boquenses lo recuerdan como una gran hazaña porque en el encuentro se disputó en el Monumental repleto de hinchas de River. Otra serie recordada fue la del 2000, en cuartos de final, River había ganado 2-1 en la ida en Núñez y Boca se impuso 3-0, con tantos de Delgado, Riquelme y Palermo, que venía de una lesión. Y en el ’91 Boca perdía 3-1 en la Bombonera, pero terminó ganando 4-3. Para River la serie más recordada fue la de 1986, cuando eliminó a Boca en la primera fase (1-1 y 10 con gol de Alzamendi) y fue el único que avanzó en ese grupo, en el que también estaban Wanderers y Peñarol, de Uruguay. Si de algún modo la historia puede inclinar la balanza, lo hará a favor de Boca.

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